sábado, 27 de diciembre de 2014

CURSO DE ECONOMÍA POLÍTICA (1)











CURSO DE ECONOMÍA POLÍTICA Y SOCIAL CIENTÍFICA


CIEYS


CENTRO DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS Y SOCIALES



CASA DE LA AMISTAD ARGENTINO-CUBANA



AÑO 2014-2015



 Oscar Natalichio: oscarnatalich@fibertel.com.ar







0. INTRODUCCIÓN

Comenzaremos este recorrido sobre el marxismo-leninismo y sus categorías remarcando qué es y qué abarca esta ciencia, bajo qué principios se sostiene y qué son las formas de lucha que surgen como acciones necesarias a realizar para que la transición hacia el socialismo y la construcción del mismo, se convierta en realidad. Otro mundo es posible, sí, pero no surge de la espontaneidad ni por orden de un ser superior, surge de la lucha de clases y de la unidad conciente de lo distinto que posee en común un mismo enemigo, designado como categoría como “el enemigo fundamental”.

Comenzamos definiendo al marxismo-leninismo como una ciencia, pero no es cualquier ciencia, se trata de una ciencia general. Definiremos primero lo que es ciencia, de tal manera comprenderemos la diferencia entre una ciencia en particular y una general.

CIENCIA Y MARXISMO LENINISMO COMO CIENCIA ESPECIAL

La ciencia se puede definir como el conjunto de conocimientos obtenidos mediante la observación y el razonamiento. Éstos deben encontrarse sistemáticamente estructurados y de ellos deben deducirse principios y leyes generales.

Si bien la palabra ciencia es equiparable a la de conocimiento, debemos alertar que no todos los conocimientos se pueden considerar científicos.

La experiencia habitual de la vida, los conocimientos adquiridos sobre la base de la simple observación y la actividad práctica, no pertenecen a la ciencia, pues constituyen descripciones de hechos y procesos donde descubrimos o se nos revelan los aspectos externos del fenómeno.

El conocimiento científico arranca en el momento en que, detrás del conjunto de hechos, se descubre el desarrollo regido por leyes y por las relaciones generales y necesarias entre éstas, que nos permiten deducir y explicar porqué determinado fenómeno se produce de esa forma y no de otra, y, muy importante, permite predecir el comportamiento posterior de dicho fenómeno.

No se trata de un simple conglomerado de conocimientos sobre hechos y leyes sino un conjunto de conocimientos que conforman un sistema, donde hechos y leyes se encuentran vinculados entre sí por determinados nexos y se condicionan mutuamente.

El desarrollo de una ciencia se realiza elevándose de una simple recopilación de hechos aislados, por medio de la observación, de su estudio y del descubrimiento de sus procesos por medio de leyes, a una teoría científico, lógicamente estructurada, que explica los viejos datos ya conocidos y predice nuevos hechos.

La exactitud del conocimiento científico se determina, no sólo por su forma lógica de demostración, sino por su obligatoria verificación en la práctica, en la observación y en el experimento científico.

EL MARXISMO-LENINISMO ES UNA CIENCIA ESPECIAL

Es un sistema de concepciones científicas que contiene: En la filosofía el materialismo dialéctico y el materialismo histórico, en la economía, la propiedad social; y el la política el socialismo y el comunismo.

Es un sistema que expresa los intereses fundamentales de la clase productora de bienes materiales: la clase obrera, los trabajadores en general y sectores sociales aliados.

Es un sistema que se basa en la ciencia (revela leyes del mundo objetivo) y en la práctica (proporciona un método del conocimiento).

Es “especial” pues estudia lo general (no lo particular) de todos los objetos y fenómenos comenzando con la materia (mundo material) y su reflejo en la conciencia del hombre (el pensamiento).

Se plantea como objetivo demostrar científicamente que el mundo es material por naturaleza y existe independientemente de la conciencia; y en ahondar sobre la capacidad de la mente humana de conocer ese mundo material, de ser su reflejo más o menos fiel.

Para ello utiliza como herramientas básicas de análisis: el materialismo dialéctico y el materialismo histórico.

El Materialismo Dialéctico es la unidad del Materialismo (lo primario es la materia (el mundo objetivo) sujeta a leyes, que se encuentra en movimiento, se desarrolla y cambia) y la Dialéctica (método científico del conocimiento de la naturaleza y de la sociedad; del mundo exterior (objetivo) y del pensar (subjetivo).  Es un sistema filosófico de conceptos, categorías, principio y leyes científicas, todas generales y amplias. Es también la unidad orgánica de la dialéctica materialista (las leyes más generales del desarrollo del mundo y de la materia) con la lógica dialéctica (las leyes y formas del modo de pensar) y la teoría del conocimiento (la ciencia de las leyes del conocimiento).

El Materialismo Histórico es la ciencia que estudia las leyes generales del desarrollo y funcionamiento de la sociedad. Es la extensión del materialismo al campo de los fenómenos sociales. La concepción materialista de la historia considera a la sociedad: como un organismo vivo; en permanente desarrollo; como una complicada red de relaciones sociales y con condicionamientos e intercomunicación internos. Para su estudio se utiliza la dialéctica materialista que posibilita: comprender los fenómenos y separar lo esencial de lo no esencial, para descubrir la base material y objetiva de toda la vida social, explicar la esencia de la sociedad humana y descubrir e investigar las leyes generales de la historia de la humanidad. Sus principales categorías son: el ser social (proceso objetivo y real en la vida de los hombres) y la conciencia social (la vida espiritual de la sociedad donde se refleja el ser social).

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Para aplicar la teoría a la práctica de manera eficaz es necesario que se constituya una vanguardia revolucionaria que defienda y lleve adelante con firmeza y sin claudicaciones la lucha por el socialismo con las herramientas que la filosofía marxista proporciona, considerando las particularidades que se manifiestan en cada momento histórico, en cada país, en cada pueblo.

Esa vanguardia, que debe ser real, la constituyen los Partidos Comunistas, quienes no por serlos van a reclamar a los demás que se lo reconozcan como tal. La vanguardia, que debe ser ideológica y política, es real cuando es comprendida por las grandes masas de trabajadores, campesinos e intelectuales.

Es interesante conocer cuál era la opinión del CHE y más adelante la de Ho Chi Minh.


EL PARTIDO MARXISTA-LENINISTA por el CHE
Fragmentos del prólogo del CHE para el libro “El Partido Marxista-Leninista” publicado en Cuba en el año 1963

Este trabajo del CHE no fue hecho por él para satisfacer a alguien en particular. Su conducta revolucionaria indica que jamás lo hubiese escrito con tal motivo. Este prólogo fue realizado sintetizando en él su pensamiento en cómo debe ser el Partido Marxista-Leninista. Es frontal y claro, como es su estilo y todo lo reproducido a continuación es tal como él lo escribió.

“Este pequeño libro está destinado a iniciar a los militantes del Partido; en el amplio y riquísimo acervo de las ideas marxistas-leninistas. La elección de los temas es simple y efectiva. Se trata de un capítulo del “Manual de marxismo-leninismo” de Otto Kuusinen y de una serie de discursos de Fidel Castro. La selección es buena porque en el capítulo del manual de marxismo-leninismo se sintetiza la experiencia de los partidos hermanos y se da un esquema general de lo que debe ser y cómo debe actuar un partido marxista-leninista, y en la sucesión de discursos del compañero Fidel se ve desfilar la historia política de nuestro país a través de las palabras en algunos casos autobiográficas, del dirigente de la Revolución.

Las dos cosas están íntimamente ligadas, la teoría general como expresión de las experiencias del PCUS y de los partidos marxistas-leninistas de toda la humanidad y la aplicación práctica de éstas ideas generales a nuestras especiales características… cabe el caso específico de la situación cubana que agrega nuevas experiencias al movimiento obrero del mundo.

El manual nos enseña con meridiana claridad qué es un partido marxista-leninista: “personas fundidas por una comunidad de ideas que se agrupan para dar vida a las concepciones marxistas, es decir, para llevar a cabo la misión histórica de la clase obrera”. Explica, además cómo un partido no puede vivir aislado de la masa, cómo debe estar permanentemente en contacto con ella, cómo debe ejercer la crítica y la autocrítica y ser muy severo con sus propios errores; cómo no debe basarse solamente en conceptos negativos de lucha contra algo, sino también en conceptos positivos de lucha por algo; cómo los partidos marxistas no pueden cruzarse de brazos esperando que las condiciones objetivas y subjetivas, formadas a través del complejo mecanismo de la lucha de clases, alcancen todos los requisitos necesarios para que el poder caiga en manos del pueblo como una fruta madura. Enseña el papel dirigente y catalizador de ese partido, vanguardia de la clase obrera, dirigente de su clase, que sabe mostrarle el camino del triunfo y acelerar el paso hacia nuevas situaciones sociales. Insiste en que aún en los momentos de reflujo social, es necesario saber retroceder y mantener firme a los cuadros para apoyarse en la próxima ola y avanzar más lejos, hacia el fin fundamental del Partido en la primera época revolucionaria, que es la obtención del poder.

Y es lógico que este partido lo sea de clase. Un partido marxista-leninista mal podría ser de otra manera; su misión es buscar el camino más corto para lograr la dictadura del proletariado y sus militantes más valiosos, sus cuadros dirigentes y su táctica salen de la clase obrera… Si el partido marxista-leninista es capaz de prever las etapas históricas a sobrevenir y es capaz de convertirse en bandera y vanguardia de un pueblo aún antes de haber liquidado la etapa de liberación nacional –tratándose de nuestros países colonizados- entonces ese partido habrá cumplido una doble misión histórica y podrá afrontar las tareas de la construcción del socialismo con más fuerza, con más prestigio entre las masas…

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Un Partido se nutre de personas que encuentran en él afinidad con sus ideas y sentimientos, pero ello es sólo la puerta que nos permite entrar a él. La vida del partido, su crecimiento y su éxito en la lucha, su inserción en las masas trabajadoras, es llevada adelante por sus militantes. Si estos conocen la teoría, saben de lo que hablan, ya no sólo con intuición sino con profundo conocimiento, se convierten en cuadros dirigentes y están preparados para actuar en cualquier momento y bajo cualquier circunstancia y preparados para aplicar la línea política del Partido con independencia.

EL CUADRO, COLUMNA VERTEBRAL DE LA REVOLUCIÓN
Fragmentos del trabajo de Ernesto CHE Guevara, escrito en septiembre de 1962

El eje central de nuestros errores está en nuestra falta de sentimiento de la realidad en un momento dado, pero la herramienta que nos faltó, lo que fue embotando nuestra capacidad de percepción y convirtiendo al Partido en un ente burocrático, poniendo en peligro la administración y la producción, fue la falta de cuadros desarrollados a nivel medio…

A esta altura podemos preguntarnos, ¿qué es un cuadro? Debemos decir que, un cuadro es un individuo que ha alcanzado el suficiente desarrollo político como para poder interpretar las grandes directivas emanadas del poder central, hacerlas suyas y transmitirlas como orientación a las masas, percibiendo además las manifestaciones que ésta haga de sus deseos y sus motivaciones más íntimas. Es un individuo de disciplina ideológica y administrativa, que conoce y practica el centralismo democrático y sabe valorar las contradicciones existentes en el método para aprovechar al máximo sus múltiples facetas; que sabe practicar en la producción el principio de la discusión colectiva y decisión y responsabilidad única, cuya fidelidad está probada y cuyo valor físico y moral se ha desarrollado al compás de su desarrollo ideológico, de tal manera que está dispuesto siempre a afrontar cualquier debate y a responder hasta con su vida de la buena marcha de la Revolución. Es, además, un individuo con capacidad de análisis propio, lo que le permite tomar las decisiones necesarias y practicar la iniciativa creadora de modo que no choque con la disciplina. El cuadro, pues, es un creador, es un dirigente de alta estatura, un técnico de buen nivel político que puede, razonando dialécticamente, llevar adelante su sector de producción o desarrollar a la masa desde su puesto político de dirección.

El desarrollo de un cuadro se logra en el quehacer diario; pero debe acometerse la tarea, además, de un modo sistemático en escuelas especiales, donde profesores competentes, ejemplos a la vez del alumnado, favorezcan el más rápido ascenso ideológico.

(Los fragmentos seleccionados son textuales, sin cambiar una coma y responden al pensamiento vivo del CHE.  No hay ningún fragmento que haya sido sacado de su contexto).

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Las fuentes del marxismo-leninismo no sólo son los aportes de Marx, de Engels, de Lenin, de Stalin, son los aportes de todos los grandes revolucionarios: de Fidel, de nuestro CHE y también de ese gran vencedor de imperios, que mucho nos puede enseñar tomando su pensamiento universal, que fue y es el camarada Ho Chi Minh


DOCUMENTO HISTÓRICO

HO CHI MINH
(Del libro: “Ho Chi Minh, vida y obra”)

Estos párrafos corresponden al capítulo 5 del mencionado libro, editado por la Comisión de Estudios Históricos del Partido Comunista de Vietnam, editorial THE GIOI. Tomados desde la página 78 a la 86.

Mientras estudiaba la situación en la Unión Soviética, Ho Chi Minh fue invitado por la Internacional Comunista a descansar en Sochi, porque estaba muy débil después de meses de sufrimiento y de riesgos. Pero habituado a la vida activa, regresó a Moscú después de algunos días.

El primero de octubre de 1934, mediante presentación del Comité Ejecutivo de la Internacional Comunista y bajo el nombre de Linov, Ho Chi Minh se inscribió en la Universidad Lenin, escuela superior del Partido reservada a los dirigentes de los partidos comunistas y obreros del mundo.

Concluido sus estudios, no pudiendo aún regresar al país, trabajó como candidato-investigador en el Departamento de Historia del “Instituto de Investigaciones sobre las cuestiones nacional y colonial” de la Internacional Comunista.

Durante ese período, sostuvo encuentros amistosos con el grupo de alumnos vietnamita en la Universidad de Oriente, de quienes se ocupaba con dedicación. Les servía de ejemplo participando en todas sus actividades: periódico mural, representaciones artísticas, gimnásticas y deportivas, traducción de los documentos, etc.

Mientras enseñaba en el instituto de investigaciones sobre las cuestiones nacional y colonial, fue encargado por la dirección del centro, de impartir a los alumnos vietnamitas cursos sobre la historia del Partido Comunista de la Unión Soviética y los problemas de la organización del Partido. Él les hablaba del espíritu de unión en la lucha de los residentes vietnamitas en Siam, de sus propias actividades y experiencias en la lucha revolucionaria. Les recomendaba unirse y amarse como hermanos y asegurar la solidaridad interna y con los camaradas de los partidos hermanos.

En cuanto a la vida cotidiana, les inculcaba un simple estilo, sano y el optimismo revolucionario. Los estimulaba a superarse en el estudio para después servir mejor a la revolución.

Mientras estaba a cargo del grupo de alumnos vietnamitas en la Unión Soviética, Ho Chi Minh se ocupaba del perfeccionamiento teórico de los cuadros y los miembros que militaban en Vietnam.

En carta firmada como Lin, del 16 de enero de 1935 y enviada al Departamento de Oriente del Comité Ejecutivo de la Internacional Comunista, Ho Chi Minh, después de haber hecho una exposición sumaria sobre el nivel teórico de los cuadros y los miembros del Partido y apreciado altamente su espíritu revolucionario, insistía en la importancia de su perfeccionamiento en teoría marxista-leninista.

Lo que a continuación se reproduce (y se encuentra en el libro) es textual del camarada Ho Chi Minh y sugerimos se lea con la mayor atención posible.

“Todos nuestros camaradas son valientes, dinámicos y consagrados al trabajo, pero, por falta de conocimientos teóricos, deben ir a tientas, cometiendo así errores difíciles de corregir”.

“Evidentemente, se forjaron en el crisol de la lucha y en el trabajo cotidiano. Sin embargo, muchas situaciones embarazosas, errores y fracasos dolorosos pueden ser evitados si les inculcamos conocimientos teóricos elementales indispensables, que les indique el camino a seguir y faciliten su tarea”.

“Stalin tiene toda la razón al decir: “La teoría da a los que realizan las actividades concretas la fuerza para determinar la orientación, juzgar con lucidez el futuro, actuar con resolución y creer en la victoria de nuestra obra”.

En estos tres párrafos, Ho Chi Minh remarca la enorme importancia que tiene para el cuadro revolucionario el dominio de la teoría revolucionaria. “Son valientes, dinámicos y consagrados”, pero ello no es suficiente.

Para facilitar los estudios de los cuadros y miembros del Partido en los países coloniales, propuso al Departamento de Oriente publicar folletos sobre marxismo-leninismo, sobre los principios y las experiencias de la edificación del Partido, sobre el trabajo de propaganda en las masas y otros temas.

Esas publicaciones debían ser concisas, sencillas, para facilitar la comprensión, bajo la forma de preguntas y respuestas, porque temía que por su bajo nivel de instrucción general, nuestros camaradas no pudieran asimilar textos largos y difíciles.

Ho Chi Minh subrayó:

“Los que les he dicho sobre nuestros camaradas en Indochina, Siam, etc., es –y estoy convencido- igualmente justo para los camaradas de otros países coloniales, donde el Partido Comunista es ilegal y el nivel de instrucción general de las capas trabajadoras es aún muy bajo. Los folletos que propongo serán muy útiles en esos países”.

En julio de 1935, una delegación oficial del PCI, encabezado por Le Hong Phong, participó en el VII Congreso de la Internacional Comunista celebrado en Moscú.

Bajo el nombre de Lin, Ho Chi Minh, en calidad de delegado del Departamento de Oriente, participó en los debates de las subcomisiones y aportó numerosas ideas. Plenamente conciente de su responsabilidad en la delegación, contribuyó de manera destacada al cumplimiento de su tarea en el Congreso.

Las resoluciones adoptadas tuvieron entonces una gran significación para la revolución vietnamita. Los principios propuestos en el informe del camarada búlgaro G. Dimitrov y definidos en la resolución del Congreso, concerniente al Frente Popular Antiimperialista en los países coloniales y dependientes, revistieron una relevancia particular para las actividades del PCI en la época del movimiento democrático (1936-1939).

El Congreso decidió reconocer al PCI como una sección oficial de la Internacional Comunista y eligió al camarada Le Hong Phong miembro suplente del Comité Ejecutivo de esta última agrupación.

Ho Chi Minh volvió a China a fines de 1938 para intentar regresar a Vietnam… Entre febrero y julio de 1939, había escrito y enviado al país nueve artículos titulados Cartas de China publicados más tarde en el periódico Nuestra Voz,  semanario del Partido aparecido legalmente en Hanoi. Esos textos abordaban dos grandes temas: la amenaza de la agresión de los fascistas japoneses y las tentativas de sabotaje de los trotskistas en China.

Denunciaban la naturaleza reaccionaria de los fascistas japoneses, condenaban enérgicamente sus crímenes y elogiaban el heroico espíritu de lucha del pueblo chino para la salvación nacional. Al mismo tiempo, reafirmaban el apoyo del pueblo vietnamita al pueblo chino contra los fascistas japoneses.

Respecto a los trotskistas, Ho Chi Minh escribió:

“… A fines de 1936, y especialmente en el transcurso de la guerra, las actividades criminales de los trotskistas nos han abierto los ojos. Desde entonces, hemos estudiado con atención este problema”.

Estimó que los trotskistas chinos eran traidores de la Patria, implantados por los fascistas japoneses en el seno del Partido Comunista Chino para sabotear el movimiento antijaponés del pueblo chino. Los trotskistas, en China o en otros países, no eran más que delatores a sueldo del fascismo japonés e internacional.

Sus artículos periodísticos sobre los trotskistas en China, junto con los juicios del PCI sobre esos elementos en Vietnam, expresados en sus resoluciones, desempeñaron un papel muy importante en la educación política e ideológica, ayudando a los cuadros, miembros del Partido y las masas a reconocer a los trotskistas, agentes del fascismo.

Basándose en las resoluciones del VII Congreso de la Internacional Comunista y en la situación de Vietnam, escribió al Comité Central del Partido para sugerirle ideas directivas sobre la línea estratégica y medidas tácticas para el período del Frente Democrático Indochino. Los pensamientos que él resumió en su informe enviado a la Internacional Comunista, en julio de 1939, contenían las cuestiones siguientes:

En cuanto a las consignas de lucha:

En este momento, el Partido no puede formular reivindicaciones muy altas, tales como la independencia nacional; es conveniente no reclamar más que las libertades democráticas y el mejoramiento de las condiciones de vida del pueblo, la amnistía general para los presos políticos y el derecho a la actividad legal del Partido.

En cuanto al Frente:

“Este frente no comprende sólo a los indochinos, sino también a los franceses progresistas de Indochina, él engloba, a la vez, al pueblo trabajador y a la burguesía nacional”.

“Sobre la burguesía nacional, el Partido debe emplear mucha habilidad y flexibilidad. Debe desplegar todos sus esfuerzos para atraerla al Frente y retenerla allí, estimularla a actuar si es posible y aislarla políticamente si es necesario. Debe, en lo posible, evitar dejarla fuera del Frente, porque así se empujaría a los brazos de los reaccionarios y se reforzaría su rango”.

“Acerca de los trotskistas, no hay cuestiones de compromiso, de concepciones. Debe desenmascararse a cualquier precio su papel de lacayos de los fascistas, y liquidarlos políticamente”.

En cuanto al Partido:

“El Partido no puede imponer su dirección al Frente. Debe mostrar que es la parte más fiel, activa y sincera de la causa común. No puede asumir el liderazgo de la revolución más que en la lucha y el trabajo cotidiano, cuando las masas reconocen la justeza de su política y su capacidad de dirección”.

“Por ello, el Partido debe luchar enérgicamente contra el sectarismo y organizar el estudio metódico del marxismo-leninismo para elevar el nivel cultural y político de sus miembros, y ayudar a los cuadros sin partido a elevar su conciencia política...”   

Además, Ho Chi Minh recomendó al Comité Central controlar la prensa del Partido, el movimiento de las masas populares para mejorar las condiciones de vida atrajo a la lucha a millones de hombres y despertó su conciencia política. El prestigio del Partido ganó en amplitud y profundidad en el pueblo. Más tarde, Ho Chi Minh expresó acerca del movimiento democrático de 1036-1939:

“Ese movimiento ha dejado al Partido y al Frente nacional de hoy una preciosa experiencia. Nos hace comprender que las masas apoyan y defienden con entusiasmo todo lo que se corresponde con sus aspiraciones y que un verdadero movimiento de masas no es posible más que a ese precio. Indica que debemos evitar a cualquier costo el subjetivismo y la estrechez de espíritu”.

Como integrantes del Centro de Investigaciones Económicas y Sociales (CIEYS) manifestamos nuestro total acuerdo con los conceptos vertidos por el camarada Ho Chi Minh y, desde el inicio de nuestras actividades, hemos propulsado la formación política y de cuadros en el marxismo-leninismo, llevando adelante sus conceptos y categorías de una manera concisa y sencilla, que permita, a quien recibe el mensaje, que éste se comprenda, se asimile y pueda enriquecerlo.

La unidad de todos los sectores antiimperialistas, la conformación de un gran Frente para liberarnos del monstruo mayor, es nuestra principal guía. Reproducimos arriba los sabios aporte de un enorme revolucionario, guía de un pueblo que derroto a cuanto imperialismo intentase someterlo. Ahora, brevemente, desarrollaremos fragmentos de otro enorme revolucionario, latinoamericano y argentino, nuestro CHE, en su discurso del 1º de enero de 1959.

“Pero nuestra condición de movimiento de todas las clases de Cuba, nos hace luchar también por los profesionales y comerciantes en pequeño que aspiran a vivir en un marco de leyes decorosas; por el industrial cubano, cuyo esfuerzo engrandece a la Nación creando fuentes de trabajo, por todo hombre de bien que quiere ver a Cuba sin su luto diario de estas jornadas de dolor”.

“Hoy más que nunca, el Movimiento 26 de Julio, ligado a los más altos intereses de la nación cubana, da su batalla, sin desplantes pero sin claudicaciones, por los obreros y campesinos, por los profesionales y pequeños comerciantes, por los industriales nacionales, por la democracia y la libertad, por el derecho de ser hijos libres de un pueblo libre, porque el pan de cada día sea la medida exacta de nuestro esfuerzo cotidiano”


SABER Y PODER UNIR A TODAS LAS FUERZAS POPULARES Y PROGRESISTAS CONTRA EL ENEMIGO FUNDAMENTAL ES SER SABIO Y SER REVOLUCIONARIO.

En la sociedad existen principios, algunos son universales o generales, otros son patrióticos y nosotros, como sociedad nueva dispuestos a salir de la prehistoria para ingresar a la HISTORIA  con mayúscula, además poseemos los principios socialistas. Este resumen sobre los principios y las formas de lucha están recopilados de las escuelas municipales de formación de cuadros del Partido Comunista de Cuba.


LOS PRINCIPIOS Y LAS FORMAS DE LUCHA

En razones y principios se asientan los pueblos y no en traiciones” Fidel Castro.

Las escuelas del Partido deben empeñarse en fortalecer el pensamiento libre de los revolucionarios mediante la reflexión teórica y el aprendizaje de las lecciones de la vida práctica.

Se trata de lograr poseer una palabra más justa, más exacta, más profunda, no sólo para combatir las permanentes mentiras del enemigo, sino para fortalecer nuestras convicciones y el optimismo histórico de la construcción del Socialismo. Y también para valorar y considerar como parte nuestra, como parte irrenunciablemente nuestra, los enormes sacrificios y avances logrados por los camaradas y Partidos de los países donde se encuentran construyendo el Socialismo (China, Cuba, Vietnam, Corea, Laos…) y resaltar el fundamental papel jugado en la humanidad por la Gloriosa Revolución Soviética que abrió el paso de la prehistoria a la historia.

Principio y medios de lucha no son iguales cosas pero son complementarias.

Los ideales, los propósitos, los fines, los objetivos, forman parte de los principios. Esos principios deben ser asimilados por la conciencia de la personas, de las masas, de las clases sociales que integran el gran frente contra el enemigo fundamental. De esa manera los principios (teóricos) se convierten en “valores” irrenunciables a los cuales arribamos sólo para partir.

Engels destacó los principios en la ciencia como puntos de llegada o resultados del proceso del conocimiento, pero al propio tiempo los definió como puntos de partida.

“Un principio justo desde el fondo de una cueva puede ser más que un ejército” Martí

 Los medios de lucha transitan por las vías concretas y contienen la estrategia y las tácticas políticas necesarias para la realización de los principios. El principio de la igualdad, por ejemplo, sólo puede cumplirse en una formación económica social donde la propiedad sea social y la explotación del hombre por el hombre no exista, y esa sociedad es la sociedad socialista. Los principios son los ideales, los medios de lucha las acciones. Con palabras condenamos al capitalismo, condenamos la propiedad privada, condenamos la explotación, pero lograr superar esa situación requiere una acción gigantesca, que contiene imprevistos que deben ir siendo solucionados; y esa acción gigantesca a la que debemos arribar se llama “revolución social”.

Hay que considerar que los Principios tienen mucho más largo alcance que los medios de lucha. Éstos últimos se relacionan, ante todo, en la coyuntura, o sea, en una situación histórica concreta. Esta distinción nos permite clasificar a los principios con mucha más facilidad que realizar una clasificación sobre las formas de lucha, salvo aquellas que contienen definiciones muy generales como “formas revolucionarias”; “pacíficas”, “violentas” etc.

Necesaria clasificación de los principios.

“En nuestra cultura como parte del llamado mundo occidental, hay, incuestionablemente, componentes de valores cristianos; pienso que entre esos valores hay principios éticos y humanos que son aplicables a cualquier época” Fidel.

Principios Humanos Generales:

Este género de principios están integrados por la dignidad personal, por el apego a la verdad, por el sentimiento de ayudar al prójimo, por ser honesto, por ser sincero, por ser modesto, por ser sencillo, por ser solidario, por ser decente, generoso y disciplinado. Por ser tolerante, saber escuchar y saber transmitir sin agresividad y con convicción. Estos principios humanos generales se manifiestan en la familia, en la pareja, en el amor, en el cuidado de los niños, en la amistad, en la colaboración entre colegas, en eventos culturales y deportivos, etc.

Son principios que aparecen en diferentes culturas y que Marx, en El Capital, separa de los efectos de las formaciones económicas sociales expresando que nadie en particular, tampoco el capitalista, es culpable de la existencia de condiciones sociales deshumanizadas que benefician a pocos y condenan a muchos. Hay quienes personalmente son bondadosos, pero como capitalistas se benefician del trabajo de los demás. Y no pocas veces, de las clases dominantes, han salido verdaderos revolucionarios debido a su sensibilidad. Se han colocado al lado de los explotados. Lenin afirmaba que sin Engels, Marx jamás hubiese podido escribir El Capital.

No hay duda que esos principios humanos generales son los más viejos y elementales; aparecen en El Viejo Testamento, en el Nuevo Testamento, en el Corán, en los textos de los hinduistas y de los budistas y en las invocaciones de los animistas y los espiritistas. Lo mejor de esos principios que provienen del inicio de la historia humana son nuestros principios humanos generales.

Principios patrióticos:

Se trata de la dignidad nacional. Están integrados por el patriotismo que contienen a la independencia nacional, a la soberanía, a la autodeterminación, al antiimperialismo, a la identidad cultural, al amor por las mejores tradiciones del país, a la protección del medio ambiente.

Esos principios surgen cuando la burguesía se asienta como formación económico-social produciendo un cambio histórico, revolucionario, frente al feudalismo. Para el señor feudal, “su país” se limitaba al dominio territorial rural donde ejercía el poder a su antojo. Los “países” así formados eran, especialmente en Europa, territorios tan pequeños que hacían bromear a Engels expresando que la lluvia se llevaba al feudal como el fango en sus botas.

Martí destacó que esos primeros principios humanos, que contienen los sentimientos, conducen a los principios patrióticos, y en relación a ello, expresó:

“Los cubanos en presencia de la guerra, se inclinan conforme a la ley general de la naturaleza humana, que conduce a los hombres generosos, cultos o incultos, del lado del sacrificio, que es el más puro goce de la humanidad, y retiene a los egoístas, que son las rémoras del mundo, del lado de los sacrificadores”.

Principios socialistas

Se trata de la dignidad social y universal donde se resumen y se integran, en el alto grado de desarrollo de la conciencia, los principios humanos generales y los principios patrióticos, éstos últimos desarrollados inicialmente por la burguesía y luego arrojados a la basura por ellos mismos.

Los principios socialistas empalman con las ideas revolucionarias de los grandes líderes y pensadores del mundo, especialmente los del siglo XVIII que impulsan a la burguesía a luchar contra el feudalismo; empalma entonces con los grandes utopistas y enciclopedistas y con los clásicos de la economía política. Son las tres fuentes (partes integrantes del marxismo) resumidas así: La filosofía alemana; la economía política inglesa y el socialismo francés.

Pero esas fuentes son las bases para el lanzamiento del más poderosos y humano principio que la humanidad conocería: la filosofía marxista-leninista: el materialismo científico. De esa manera el conocimiento de la naturaleza se hace extensivo al conocimiento de la sociedad humana.

La propiedad social; el internacionalismo proletario, la clase obrera como vanguardia natural del cambio revolucionario, la unidad de ella con todos los sectores antiimperialistas, en especial el campesinado, la eliminación de la explotación del hombre por el hombre, la eliminación gradual de las clases sociales antagónicas, la unificación ciudad-campo, la generación de nuevos y fuerte hábitos y costumbres que permitan continuar hacia la creación de una sociedad comunista a sabiendas que el socialismo es sólo el primer paso hacia ella, son parte de esos nuevos principios.

Los antiprincipios.

La crisis estructural del imperialismo, a la que se adiciona las habituales crisis coyunturales, generan constantemente valores negativos que bien podemos denominar como antiprincipios en el plano de los principios humanos generales. Entre ellos destacamos la crueldad personal, la marginación, el egoísmo desenfrenado, la intolerancia fanática, la avaricia, la mentira, la inclinación por hacer daño, la acusación falsa, la calumnia, la discriminación racial, la falta de honradez, la corrupción, el alcoholismo, la drogadicción, la prostitución, la delincuencia, la injusticia, la fabulación, etc.

Y genera, también, antiprincipios patrióticos, uniéndose, transitoriamente, los más poderosos para destruir a naciones más débiles que no aceptan continuar siendo dependiente de ellos. Destruyen los valores de la nacionalidad, destruye la historia de los pueblos, destruye la identidad, sobornan a traidores y contratan a mercenarios.

De más está decir que los principios socialistas no tienen cabida en el modo de producción capitalista, por eso el imperialismo se esmera permanentemente en evitar que la conciencia social se desarrolle. En el seno de la sociedad capitalista un ladrón vulgar se castiga pues se apodera de bienes ajenos. En el seno de la sociedad socialista, en su fase avanzada, también se castiga al ladrón que se apodera de bienes ajenos, pero en esa lista aparece el explotador, el que roba parte del salario al que produce, al obrero.

El inevitable predominio del capital financiero dentro del modo de producción capitalista, capital exclusivamente parasitario y depredador, crea la imperiosa necesidad de unir a todo el pueblo y a todos los pueblos, para evitar la desaparición de la vida humana sobre nuestro planeta, nunca antes tan amenazada como ahora. Ello es inevitable dentro del capitalismo pues en su desarrollo destruye todos los principios y no puede regresar a etapas anteriores; por ello hay que ser muy claros: que predomine el capital financiero no significa que estamos en presencia de un nuevo capitalismo, que es una nueva fase del mismo; lo que hoy estamos viviendo es la fase imperialista tan bien descrita por Lenin y es el capitalismo hoy.

Por lo tanto, nuestros principios nos llevan a explicar con ciencia, conciencia y paciencia de que no existe otro tipo de capitalismo, que no hay margen para capitalismos “humanos” o “normales”; que si quedan algunas  manifestaciones de esos llamados “normales” o “humanos” es porque en ellos se está exteriorizando su transición hacia el socialismo y sus insalvables contradicciones dentro del propio modo de producción capitalista, donde el tiburón devora a la sardina. En ese proceso se observa claramente que la destrucción de la propiedad privada es producida por el propio capitalismo, es especial en su etapa superior, la de la preminencia de los monopolios, la del imperialismo, que es la que atravesamos hoy. De allí que los comunistas nos convertimos en expropiador de los expropiadores (de los grandes medios de producción).

Hablamos de Ciencia y Conciencia. Uno, la herramienta, el medio y la otra, la fuerza, la que pone en acción la herramienta y la va ajustando a las condiciones reales.  Desarrollamos el tema:


LA CONCIENCIA Y SU PAPEL DETERMINANTE

Hemos analizado los principios que han sido elaborado por los pueblos en sus desarrollos históricos, pero aún no hemos abordado sobre el papel determinante que juega la conciencia en ese desarrollo histórico, donde el hombre se mueve en una naturaleza infinita, eterna y muy anterior a su existencia y consigue desentrañar sus leyes y hacer uso (y abuso) de las mismas.

El individuo aislado de la sociedad no existe pues no podría existir, ya que el hombre lo es porque se desarrolla en sociedad por medio del trabajo común y siempre se agrupa de alguna manera. El hombre nunca solitario entabla relaciones con sus semejantes; elabora las palabras y habla por intermedio de ellas, luego escribe y con palabras (habladas o escritas) piensa y desarrolla ideas, formándose criterios sobre lo que sucede y también sobre lo que puede o debe suceder.

Pasemos una revisa a lo que puede definirse como conciencia desde el punto de vista del materialismo dialéctico e histórico en estos 31 puntos donde reflejamos al ser social y a la conciencia social:

Si observamos todo lo que nos rodea notaremos que todos los objetos son materiales o espirituales. Si razonamos sobre esa observación descubriremos dos aspectos: lo que existe objetivamente, es decir, lo que existe fuera de la conciencia del hombre e independientemente de él, son los fenómenos materiales; y lo que existe producto de la conciencia: lo inmaterial.

Ambos aspectos (materialidad e inmaterialidad) integran lo que denominamos “realidad objetiva”. Es decir: la realidad objetiva está integrada por el concepto “todo el mundo es material por naturaleza”; todos los fenómenos del mundo conforman aspectos diferentes de la materia en movimiento y cambio y ese mundo es independiente de la conciencia y existe fuera de ella. Y también, esa realidad objetiva integra lo inmaterial que deriva de lo material: integra las ideas, los conceptos, las leyes, el pensamiento, es decir, lo espiritual.

De acuerdo a lo desarrollado en los puntos anteriores podemos afirmar que todo lo material es objetivo pero no todo lo objetivo es material.

Lo que existe en la conciencia del hombre constituye el dominio de su actividad psíquica (pensamiento, emociones, sentimientos, etc.) y poseen relación en la esfera de lo ideal, de lo espiritual.

Pero esa actividad psíquica, esa conciencia, no podría existir si no existe la materia que la genera, ya que es una propiedad del desarrollo histórico de la misma, una propiedad de un cuerpo material extraordinariamente complejo: el cerebro humano.

Marx y Engels desterraron el idealismo de la ciencia social, resolvieron, de esa manera el problema fundamental de la filosofía dando origen al materialismo dialéctico y formulando la tesis principal del materialismo histórico: la existencia social determina la conciencia social.

En la esfera de la existencia social se incluye la vida material de la sociedad y, ante todo, la actividad productora de los hombres y las relaciones económicas que se establecen entre ellos en el proceso de la producción.

Conciencia social es la vida espiritual de los hombres, las ideas, las teorías y opiniones por las que se rigen en su actividad práctica.

La existencia social es lo primario ya que, antes de ocuparse de la ciencia, de la filosofía, del arte, los hombres deben poder comer, vestirse, tener vivienda y poder disponer de tiempo libre.

Así como quien tiene 50 años le es imposible volver a tener 20, así el desarrollo de la sociedad es una sucesión sujeta a leyes que crece al igual que nuestra edad, de una formación económico-social a otra más perfecta, más eficiente que la anterior. Arranca del comunismo primitivo y se encamina hacia el comunismo científico transitando por el esclavismo, el feudalismo, el capitalismo y el socialismo.

Mar y Engels superan el carácter puramente metafísico de la vieja sociología poniendo de manifiesto la dialéctica objetiva del desarrollo de la sociedad, para estudiar la sociedad y desentrañar las leyes que rigen su desarrollo.

Esas leyes son tan objetivas como las de la naturaleza, son pues, independiente de la conciencia del hombre, pero el hombre las desentrañas y las aprovecha en las actividades prácticas.

Entre leyes de la naturaleza y las leyes de la sociedad existen rasgos comunes pero también diferencias propias: las leyes de la naturaleza expresan la acción de fuerzas ciegas; las del desarrollo social se manifiestan siempre por las acciones de los hombres como seres concientes que se proponen determinados fines y procuran alcanzarlos.

Las leyes de la vida social no sólo son objeto de estudio del materialismo histórico, lo son también de otras ciencias sociales: la economía política, la historia, la estética, la pedagogía, etc. La diferencia estriba en que el materialismo histórico estudia las leyes más generales del desarrollo de la sociedad mientras las demás toman sólo un aspecto, sobre  aspectos que han sido destinadas. El desarrollo de la producción: la Economía Política.; el desarrollo de la sociedad en sus distintas épocas: la historia; la esfera del arte: la estética; etc.

El materialismo dialéctico y el materialismo histórico son eslabones de una misma cadena. El primero se centra en las leyes de la naturaleza “que expresan fuerzas ciegas”. Se encarga de desentrañarlas y de utilizarla. El segundo se centra en el desarrollo de la sociedad y trata de desentrañar las leyes que la rigen para interpretarla y transformarla.

Tanto el materialismo dialéctico como el histórico son categorías científicas que se basan: en la unidad del materialismo (lo primario es la materia, el mundo objetivo. Materia sujeta a leyes. Materia que se mueve, desarrolla y cambia) con la dialéctica (método científico del conocimiento de la naturaleza y la sociedad; del mundo exterior (objetivo) y del pensar (subjetivo).

Nos estamos refiriendo a un sistema filosófico integrado por conceptos, categorías, principios y leyes científicas, no particulares, sino generales y amplias. Nos estamos refiriendo a la unidad orgánica de la dialéctica materialista (las leyes más generales del desarrollo del mundo y de la materia) con la lógica dialéctica (las leyes y formas del modo de pensar) y la teoría del conocimiento (la ciencia de las leyes del conocimiento).

Ese sistema filosófico es aplicado, en el materialismo histórico, a la sociedad; al reconocimiento del ser social con independencia de la conciencia social de la humanidad. Al reconocimiento de la conciencia como reflejo del ser; en el mejor de los casos, como un reflejo aproximadamente fiel.

El marxismo-leninismo es una ciencia general que contiene (utiliza) como herramientas de análisis al materialismo dialéctico (como su filosofía científica) y al materialismo histórico (como su sociología científica). Y tiene como objetivo utilizar esas herramientas para demostrar que el mundo es material por naturaleza e independiente de la conciencia de los hombres y ahondar sobre la capacidad de la mente humana de conocer el mundo material, de ser su reflejo más o menos fiel. Y ello lo hace no por una mera intensión investigativa, sino para impulsar y concretar una transformación revolucionaria de la sociedad.

Como habíamos mencionado en el punto 8, los fenómenos ideales y espirituales, existen únicamente en la mente de los hombres, y existen como derivados de fenómenos materiales. Son esos fenómenos ideales y espirituales los que encuentran su expresión en el concepto “conciencia”. Al igual que el de “materia”, el concepto “conciencia” es también una categoría filosófica general, de gran amplitud.

Ambas categorías (materia y conciencia) tiene de común su existencia real. Pero no son comunes sus realidades, pues son cualitativamente diferentes. La conciencia es un derivado de la materia, es una propiedad de la materia altamente organizada: el cerebro humano. Es la capacidad de ese cerebro humano de reflejar en él el mundo material.

Pero la conciencia no es una “sustancia” del cerebro, es una facultad especial del mismo que es su portador y que funciona mientras el cerebro funcione. Cuando una persona muere, pierde la vida y la conciencia, pues muere el cerebro. Si la persona sobrevive pero su cerebro no funciona, la conciencia tampoco funciona. Pero ello es conciencia individual.

La conciencia social la conforman el conjunto de ideas (entre ellas las políticas y jurídicas), de teorías, de opiniones, de interpretaciones, la integran también la moral, el arte, la filosofía, la ciencia, que reflejan la existencia social del hombre. Esa existencia social es multiforme y compleja y, al ser la conciencia social un reflejo de ella, también ésta es multiforme y compleja.

En una sociedad dividida en clases sociales, la conciencia social adquiere “carácter de clase”. El carácter de clase se manifiesta en el conjunto de opiniones políticas, jurídicas, morales, artísticas, etc. de una determinada clase que, con ello, construye su ideología. En esa ideología se manifiesta claramente (y también solapadamente) la fuerte intencionalidad de defender sus intereses de clase, sus privilegios si los posee y su liberación si es explotada. Podemos simplificar que hay una ideología conservadora (que quiere conservar sus privilegios) y una ideología revolucionaria (que quiere terminar con los privilegios). Con todas sus variantes y complejidades podemos decir que hay conciencia reaccionaria y hay conciencia revolucionaria, ambas basadas en el “carácter de clase” que adquiere la conciencia social.

Sin embargo no todo es tan sencillo en la vida real. Habíamos mencionado que la existencia social de los hombres (su actividad material de producción) general la conciencia social. Pero aún no mencionamos que esa conciencia social adquiere, en su desarrollo, una independencia relativa sobre su origen. Y esa independencia relativa no es pasiva con relación a la existencia social, sino que influye en forma activa sobre ella.

Ello significa que esa conciencia social puede encontrarse, con relación a la existencia social, “atrasada” (por la “gran vitalidad que poseen las ideas y opiniones viejas”) o “adelantada” (cuando se ponen de manifiesto las tendencias generales del desarrollo social) según se den determinadas condiciones en cada caso. Independientemente de ello, y ya refiriéndonos a un proceso histórico, es importante destacar el carácter de “continuidad” que posee la conciencia social. Continuidad en el desarrollo de la ideología, de las ideas, que poseen enorme importancia para la vida social. Continuidad que significa utilizar todo lo aprovechable de la cultura espiritual del pasado. No empezamos de cero sino nos montamos sobre todo lo descubierto, lo inventado, lo renovado, lo cuestionado. Seguimos la gigantesca obra de nuestros antepasados para elevarlas más tanto del punto de vista material (producción) como espiritual (un mundo sin explotadores ni explotados).

Pero ¿quiénes son los herederos de esa continuidad? ¿Los “conservadores” o los “revolucionarios”? La respuesta es clara: sólo las clases avanzadas (en la conciencia, en la ideología) son capaces de tomar la herencia del pasado, desprendiéndose de los elementos negativos que contienen y apropiándose de los positivos que los hay y no son pocos

La conciencia es dinámica. Es el pensamiento humano que surge en el proceso del trabajo y se desarrolla a medida que se modifica la naturaleza y la sociedad. Si bien la conciencia es un reflejo activo del mundo exterior, al adquirir relativa independencia, influye sobre ese mundo exterior al tomar parte activa en su transformación.

El carácter activo de la conciencia social consiste en su función abstractiva, que, con relativa independencia de la existencia social, desarrolla: generalizaciones teóricas; formulación de conceptos y categorías, extracción de conclusiones, formulación de hipótesis, capacidad de prever, capacidad de imaginar, capacidad de fantasear, etc., de ello podemos deducir que la conciencia puede reflejar la realidad en forma “concreta” o “ilusoria”.

Cuando la conciencia se aproxima a reflejar la realidad en su forma “concreta” se transforma en un medio fundamental de orientación para interpretar, lo más correctamente, el mundo en el cual vivimos y se transforma también es un instrumento activo para la modificación progresiva de la sociedad. Ese nivel alcanzado por el desarrollo de la conciencia en su forma concreta anticipar y orientar la práctica y es en ese estadio donde se pone de manifiesto el carácter activo de la conciencia social.

Lenin escribía: “La ley fundamental de la vida de la sociedad consiste en que el ser social determina la conciencia social, y la conciencia social ejerce una activa influencia inversa sobre el ser social”.  Lenin menciona en este escrito “ser social” y “conciencia social”. Ambas constituyen las principales categorías que contiene el materialismo histórico. El ser social se puede definir: como producto de un proceso objetivo y real de la vida de los hombres; como el conjunto de instrumentos de trabajo que se utilizan; en las relaciones entre hombre-naturaleza; en las relaciones entre los hombres entre sí en la producción social; en la estructura económica de la sociedad, en las clases sociales y sus relaciones; en las costumbres, usos y tradiciones de la vida cotidiana; en la materialización de las costumbres; en la familia; en los grupos sociales; en las naciones; en el desarrollo ininterrumpido de las generaciones; como fenómeno social; como un todo único, no como una suma mecánica de sus componentes sino como una relación orgánica recíproca de los mismos, etc. La conciencia social se puede definir: como la vida espiritual de la sociedad en la que se refleja el ser social; como un complejo de concepciones, normas, ideas y representaciones de un determinado grupo social; como conciencia de clase; como reflejo del ser social, permanente acción recíproca construida históricamente por la sociedad; por las normas sociales que se convierten en convicciones personales, fuentes de prescripciones morales, sentimientos estéticos que adquieren el carácter de valores sociales cuando pasan a adquirir importancia general.

En el pensamiento prevalecen determinados principios y ellos son los que requieren los medios de lucha necesarios para que esos principios puedan o conservarse, o defenderse, o imponerse.

Encontramos a los que pretenden “conservar” el estado existente, los que, aún siendo afectados, contribuyen a defenderlo y los que ven la necesidad de transformar la realidad imponiendo nuevos y más humanos principios.

Ello, en una sociedad compuesta con clases antagónicas, se manifiesta a través de la lucha de clases. Lucha de clases que es el motor transformador de la sociedad y la lleva hacia un camino donde en algún momento dejará de serlo ya que desaparecerá el antagonismo.

Cada clase social posee su propio código de ideas o ideales, de metas u objetivos, de principios y valores que de ellos derivan, de convicciones, etc. Pero todos ellos se encuentran en estrecha relación con sus intereses económicos. Lenin, al igual que Engels, ironizaba expresando que (en las sociedades con clases antagónicas) si los principios exactos de las matemáticas chocaran con los intereses económicos, prevalecerían estos últimos.

Y ello es así porque poseen un factor común: tanto esclavistas, como feudales, como burgueses, como imperialistas, integran las clases explotadoras de los distintos tiempos históricos, los une el afán crecientemente insaciable de obtener riquezas a cualquier costa y ello lo logran merced a ese factor común: propiedad privada sobre los medios de producción, propiedad privada sobre el conocimiento social y explotación del hombre por el hombre en sus diferentes versiones (esclavo puro, esclavo siervo, esclavo asalariado).

Lo que cambia en esas formaciones son los grados de explotación y crueldad, que se manifiestan es ascenso a medida de que se pasa de una formación menos eficiente a otra más eficiente en apropiarse de la riqueza producida exclusivamente por los trabajadores.

En el imperialismo la crueldad llega a su máxima expresión. Sólo para re-repartirse áreas de influencias, “mercados”, producen dos guerras mundiales devastadoras, arrojan sobre poblaciones civiles bombas atómicas y generan cientos de conflictos armados en todo el planeta. El imperialismo supera todo nivel de hipocresía histórica, depreda, explota, asesina, tortura, persigue, excluye, empobrece, margina, destruye naturaleza y culturas, destruye el propio planeta y todo ello lo hace en nombre de la libertad y de la democracia. Que amplias masas le crean es un problema de la conciencia, del papel activo de la conciencia cuando esta es formada y orientada para consolidar el sistema más oprobioso que ha conocido la humanidad en toda su historia.

La conciencia de clases es fundamental en la lucha de clases. Lenin señaló que, a pesar de las ideas del capitalismo, el proletariado tiende a crear su propia cultura socialista, necesaria para la lucha por la emancipación; pero para ello debe superar la estrechez mental y los dogmas inculcados en él por su enemigo clasista.

Fidel ha insistido en la necesidad de unir voluntades en la creación de una nueva conciencia universal, que surge de la suma de prédicas de muchos pensadores filosóficos, políticos, de muchas escuelas e incluso de muchas religiones, a tal efecto escribe:

“…hay que unir el sentido ético y humano de muchas ideas, que parten algunas desde lejanos tiempos en la historia del hombre: las ideas de Cristo, con las ideas socialistas, científicamente fundadas, tan justas y tan profundamente humanas, de Carlos Marx, las ideas de Engels, las ideas de Lenin, las ideas de Martí, las de los enciclopedistas europeos que precedieron a la Revolución Francesa y las de los próceres de la Independencia de este hemisferio, cuto más destacado símbolo fue Simón Bolívar…”

El Manifiesto del Partido Comunista es “un detallado programa teórico práctico, destinado a la publicidad, que siguiera de programa del partido” La “Liga Comunista”, organización obrera internacional, en el congreso celebrado en el mes de noviembre de 1947, resuelve la publicación de un programa detallado y los encargados de redactarlos son Marx y Engels.

Pasaron más de 150 años y observaremos que los principios generales desarrollados en el manifiesto continúan siendo válidos. Pero es el propio Manifiesto es que advierte que esos principio generales, en su aplicación práctica, dependen de las circunstancias históricas existentes. Es de tener en cuenta de que las circunstancias no anulan ni invalidan los principios; las circunstancias actúan sobre las formas de lucha, no sobre los principios.


RESEÑA SOBRE EL MANIFIESTO DEL PARTIDO COMUNISTA  -  FEBRERO DE 1848  -  CARLOS MARX Y FEDERICO ENGELS.
SU VIGENCIA.

El comunismo es reconocido como una fuerza por todas las potencias europeas.
Toda la historia escrita de la sociedad humana hasta nuestros días es una historia de lucha de clases.
La nueva sociedad burguesa que se alza sobre las ruinas de la sociedad feudal no ha abolido los antagonismos de clase.
Lo que surgen son nuevas clases, nuevas condiciones de opresión y nuevas formas de lucha.
La gran industria creó el mercado mundial el que imprimió un gigantesco impulso al comercio, a la navegación y a las comunicaciones terrestres.
La burguesía ha desempeñado, en el transcurso de la historia, un papel verdaderamente revolucionario.
La burguesía no puede existir si no es revolucionando insistentemente los instrumentos de producción.
La necesidad de encontrar mercados espolea a la burguesía de una punta a otra del planeta.
La baratura de las mercancías es su artillería pesada con la que derrumba todas las murallas.
La burguesía somete al campo al imperio de la ciudad.
Va aglutinando, cada vez más, los medios de producción, la propiedad y los habitantes del país.
En sólo poco más de 200 años ha creado energías productivas colosales mayores a los miles de años acumulados de la humanidad.
El régimen feudal (las relaciones de producción feudal) no correspondían ya al estado progresivo de las fuerzas productivas. Frenaban la producción.
Hoy es el régimen burgués (las relaciones de producción burguesas) las que frenan a las fuerzas productivas capaces de continuar avanzando.
Son dos las maneras en que la burguesía se sobrepone de la crisis: a) destruyendo las fuerzas productivas y b) conquistando nuevos mercados.
La clase moderna, los obreros, los trabajadores, sólo pueden vivir encontrando trabajo y siempre que ese trabajo alimente e incremente el capital.
Con la división del trabajo y la implementación de la revolución científica técnica, el trabajador se convierte en un simple resorte de la máquina.
De allí que “los gastos” que supone un obrero se reducen al mínimo que necesita para vivir. Los obreros son soldados rasos de la industria.
Los pequeños industriales, comerciantes, artesanos, rentistas y labriegos son arrollados por la competencia de los capitalistas más fuertes.
Al inicio, la concentración de masa de obreros son fruto de la unión de la burguesía, no de su propia iniciativa. Los obreros no combaten contra los explotadores sino contra las máquinas que “les quitan el trabajo”.
Pero cuando la unión parte de su propia iniciativa, la fuerza del proletariado crece y con ello crece la conciencia y luchan, primero por el salario y luego políticamente.
De todas las clases que enfrentan al enemigo fundamental la única verdaderamente revolucionaria es el proletariado (la clase trabajadora). Las demás son conservadoras y encierran en sí modalidades reaccionarias.
En la historia, todos los movimientos sociales fueron desatados por una minoría en defensa de sus intereses. El único caso inverso es el del proletariado.
Por su forma (no por su contenido) las luchas son nacionales. Ajustar las cuentas con su propia burguesía.
La burguesía es incapaz de gobernar la sociedad, porque es incapaz de garantizar a sus esclavos la existencia ni aún dentro de su esclavitud. La vida de la burguesía se ha hecho incompatible con la sociedad.
la muerte de la burguesía y el triunfo del proletariado son igualmente inevitables.
Los comunistas son la parte más decidida de todos los partidos obreros del mundo. Tienen como objetivo formar conciencia revolucionaria y derrocar al régimen de la burguesía llevando al proletariado a la conquista del poder 
El capital no es un patrimonio personal sino una potencia social. Los comunistas aspiramos a transformar el carácter del capital, en despojarlo de su carácter de clase, en convertir la propiedad privada en propiedad colectiva.
En el capitalismo, el trabajo vivo no es más que un medio para incrementar el trabajo acumulado (el capital).
El comunismo no priva a nadie del poder de apropiarse productos sociales; lo único que no admite es el poder de usurpar por medio de esa apropiación el trabajo ajeno. El proletariado se valdrá del Poder para ir despojando “paulatinamente” a la burguesía de todo el capital, de todos los instrumentos de producción, centralizándolos en manos del Estado proletario quien debe procurar desarrollar con la mayor rapidez las fuerzas productivas.
Hay movimientos socialistas que fueron y son incapaces de comprender la marcha de la historia, son reaccionarios. Entre ellos se encuentra el socialismo feudal, el pequeño burgués, el “verdadero” socialismo, el burgués y el utópico.
La actitud de los comunistas ante los otros partidos es de ubicar siempre al enemigo fundamental y esforzarse por unir a los que de una u otra manera son afectados por éste. En Alemania el Partido Comunista luchará del lado de la burguesía mientras ésta actúe revolucionariamente, dando con ella la batalla a la monarquía absoluta, a la gran propiedad feudal y a la pequeña burguesía.

Cuando definíamos que era una ciencia escribimos: No se trata de un simple conglomerado de conocimientos sobre hechos y leyes sino un conjunto de conocimientos que conforman un sistema, donde hechos y leyes se encuentran vinculados entre sí por determinados nexos y se condicionan mutuamente. Ese conjunto de conocimientos que conforman un sistema está integrado por conceptos y categorías. Pasaremos a definirlas, en primer lugar reproduzco una contenido de una charla que es para desarrollar luego el cuadro 1 donde se concentran las principales categorías de la Economía Política Marxista-Leninista:


CONCEPTOS

Se trata de un tema complejo, de allí que cada uno deba esforzarse para comprender y el que expone deba esforzarse en ser muy claro para facilitar esa comprensión y, además, ser receptivo, escuchar y aprender de las opiniones y aportes vertidos.

Partimos de una premisa: es muy necesario interiorizarse, investigar y saber transmitir los conocimientos para encarar con argumentos sólidos la lucha ideológica y para utilizar con eficiencia las enormes ventajas que nos ofrecen las leyes del desarrollo humano a través de la historia.

Lenin afirmaba que “para llegar a ser comunista hay que enriquecer indefectiblemente la memoria con los conocimientos de todas las riquezas creadas por la humanidad” y hay un aforismo expresado por el físico Max Laue (Nobel de Física 1914 por su descubrimiento sobre difracción de los rayos X a través de cristales) que expresa “La instrucción es lo que queda al hombre cuando olvida todo lo aprendido”

¿Qué es lo que queda y es tan valioso?

Las formas y modos del pensamiento
Los métodos para abordar el objeto a ser estudiado
Los procedimientos
En síntesis, lo que queda es LA INSTRUCCIÓN.

Por ello, antes de entrar de lleno a las categorías vamos a definir otras palabras que, en realidad, también son categorías o conceptos.

Recurrimos a uno de las más útiles herramientas de educación y formación marxista, el MANUAL de FILOSOFÍA de Víctor Afanasiev y, también, al diccionario de la lengua española no marxista.

El diccionario le otorga a la palabra CONCEPTO ocho aceptaciones: 1. “conceptuoso” aplicado a una persona  aguda, llena de conceptos; 2. Idea que concibe o forma el entendimiento; 3. Pensamiento expresado en palabras; 4. Sentencia, agudeza, dicho ingenioso; 5. Opinión, juicio; 6. Crédito en que se tiene a algo o alguien; 7. Aspecto, calidad, juicio y 8. Feto (anticuado). Para el diccionario “formar conceptos es determinar algo en la mente después de examinadas las circunstancias”.

Afanasiev nos advertía que si bien el cuadro de los sentidos es “extraordinariamente rico y pintoresco”  es a la vez “limitado y muy incompleto”. Afirmaba que el conocimiento sensitivo nos da sólo “la impresión de algunos aspectos exteriores de las cosas” Y resumía esa apreciación de esta manera: “la cognición sensual no puede dar a conocer la naturaleza interna de las cosas, su esencia, las leyes del desarrollo”

Los fenómenos que no se manifiestan en nuestros sentidos, su construcción interna, las leyes que lo producen surgen a la luz a través del conocimiento. Conocimiento que se apoya en el pensamiento abstracto o lógico.

La cognición lógica es una fase superior de la evolución del conocimiento. Se constituye en el medio para poder conocer las propiedades y características principales del objeto y adquiere una forma fundamental, que es el CONCEPTO.

El CONCEPTO se niega a reflejar todos los aspectos de un objeto pues se centra únicamente en los esenciales, haciendo abstracción de los secundarios.

Este ejemplo que da Afanasiev nos permite aclarar con más precisión lo que estamos describiendo: “Tomemos por ejemplo el CONCEPTO “Hombre”. En él no se reflejan todos los rasgos de cada persona por separado. Este concepto no implica datos de nacionalidad, edad, lugar y tiempo en que vive, etc. En él se fija únicamente lo general y esencial de cada persona: la actitud para trabajar, para producir bienes materiales, para pensar”…

Los CONCEPTOS surgen tras una larga actividad generalizadora del entendimiento, son productos históricos que concentran enormes números de datos que provienen de la cognición sensual, pues al iniciar el estudio de los objetos mediante los órganos de los sentidos, el hombre pudo compararlos y confrontarlos y pudo extraer de ellos lo general desprendiéndose, de esa manera, de lo secundario, de lo superficial, de lo casual.

Los CONCEPTOS son flexibles y dinámicos pues son el reflejo de un mundo en mutación, de un mundo en constante desarrollo y cambio. De esa manera se pueden perfeccionar CONCEPTOS ya existentes y formar nuevos, que correspondan a las nuevas condiciones objetivas que se forman.
De los conceptos más generales del pensamiento surgen las CATEGORÍAS. Y aquí volvemos a hacer una nueva distinción. No todos los conceptos se convierten en categorías, sino aquellos más generales.

Una ciencia no es sólo un sistema de leyes, es también un sistema determinado de CATEGORÍAS, lo que significa decir, un sistema que integra los CONCEPTOS MÁS GENERALES que se forman en el curso de su desarrollo y constituyen su base.

El PENSAMIENTO consiste en operar con objetos ideales mediante actos mentales, pero esos objetos ideales pueden participar de operaciones mentales sólo cuando encuentran la forma de expresarse, y esa forma de expresión, la más común, es la PALABRA.

De esta manera, la realidad del pensamiento tiene su vía de expresión en el lenguaje que nos posibilita formar actos mentales y desarrollar la propia capacidad de pensar.

Las palabras son objetos ideales, el medio para que pongamos en acción el pensamiento que se expresa en el lenguaje. LAS PALABRAS SON LAS PORTADORAS DE LOS CONCEPTOS que nos permiten analizar e investigar. El lenguaje nos permite transmitir lo inmaterial, nos posibilita la comunicación y organización social, nos permite materializar los resultados del pensamiento, de las acciones prácticas de la humanidad y actuar como un poderoso factor de transformación social.

El LENGUAJE es un sistema de señales pero no el único. En el desarrollo histórico se incorporan nuevos sistemas de señales que van, no sólo en su auxilio, sino que lo complementan: son los símbolos químicos, técnicos, matemáticos, etc., que permiten EXPRESAR CONCEPTOS EN FORMA ABREVIADA y además, gran ventaja, suelen ser exactos y unívocos, lo que les permite desempeñar un papel importante en el desarrollo de la ciencia y la técnica.

La “flexibilidad” característica del idioma hablado, donde una palabra puede ser interpretada con contenidos diferentes (la palabra AMO puede interpretarse como amor o como dueño) no está integrada en los signos auxiliares (H2O es siempre agua, pero este signo no sólo designa unívocamente de que se trata del elemento agua sino, además, define su composición interna).

Las formas del pensamiento pueden ser simples o complejas y la manifestación de esas formas son estudiadas por una ciencia especial: La LÓGICA. Ciencia que investiga, además, los métodos y medios especiales y complejos en el pensamiento científico más avanzado.

La lógica ESTUDIA LOS CONCEPTOS.

El CONCEPTO es la forma del pensamiento en el que se reflejan los objetos, las relaciones entre ellos, sus propiedades y todos los fenómenos del mundo objetivo.

Ese reflejo se produce en forma generalizada en el concepto. Por ejemplo: cuando decimos “palmera” no nos estamos refiriendo a un tipo particular de palmera, a una planta concreta, sino a la palmera en general, al conjunto de RASGOS GENERALES de esa planta, no a los particulares.

El CONCEPTO carece de evidencia sensible pues no refleja directamente las imágenes de la realidad externa, la que sí es percibida por los sentidos. En el CONCEPTO pueden reflejarse objetos, sus propiedades y sus fenómenos que no son detectados por nuestros sentidos.

En los conceptos se conservan todos los resultados logrados por la actividad práctica de las personas, actividad que, en su desarrollo, va generando nuevos conceptos, mejorando, confirmando y desechando anteriores. LOS CONCEPTOS NO SON NI ESTÁTICO NI INMUTABLES.

EL CONCEPTO ES EL ELEMENTO BÁSICO QUE NECESITAMOS PARA PENSAR.

Cuanto más conceptos incorporemos y cuando más ricos sean sus contenidos, más grande será el pensamiento. Pero el concepto aislado no nos otorga el pensamiento, se necesita lo que la lógica denomina JUICIO cuya expresión verbal es la oración que nos permite manifestar el pensamiento.
Ciertamente los juicios pueden ser verdaderos o falsos y para intentar determinarlo se requiere la correspondencia de nuestros pensamientos con la realidad, la correspondencia con el mundo objetivo.

Afirmación: La Luna es más pequeña de la Tierra ¿Verdadero o falso? Verdadero pues la realidad objetiva demuestra que es así. No porque la vemos más pequeña.

Afirmación: el Sol es más pequeño que la Tierra ¿Verdadero o falso? Falso. Entonces ¿Porqué durante varios siglos muchísimas personas afirmaban que sí lo era? Evidentemente se lo ve más pequeño, incluso que la luna. Y del resto de las estrellas ni hablar. ¿Qué falta? El conocimiento y muy especialmente el razonamiento, razonamiento que surge de vincular los juicios entre sí. Lo que equivale a decir: tener criterio.

TODOS LOS HOMBRES SON MORTALES
SÓCRATES ES HOMBRE
LUEGO, SÓCRATES ES MORTAL                                        Ejemplo clásico de razonamiento enunciado por Aristóteles.

CONCEPTOS, CATEGORÍAS, CONOCIMIENTOS SON HERRAMIENTAS FUNDAMENTALES QUE DEBEMOS MANEJAR CON EFICIENCIA PARA LLEVAR ADELANTE CON ÉXITO LA LUCHA IDEOLÓGICA DESTINADA A LA TRANSFORMACIÓN REVOLUCIONARIA DEL MUNDO, DESTINADA A LA COSNTRUCCIÓN DEL SOCIALISMO EN VÍAS A LA FORMACIÓN DE UNA SOCIEDAD COMUNISTA.

Carlos Marx, al analizar las leyes de la sociedad capitalista arriba a la conclusión de que el propio desarrollo de esta sociedad CONDUCIRÁ INEVITABLEMENTE a su fin y a su reemplazo por la sociedad socialista.

Podemos afirmar con plena seguridad de que el socialismo es la etapa siguiente que reemplazará a este sistema perverso, último eslabón de una cadena basada en la propiedad privada de los medios de producción y de la explotación del hombre por el hombre. Podemos afirmarlo sin ningún temor de que se nos considere deterministas pues eso va a ocurrir.

Lo que no podemos afirmar es cuándo ¿Porqué? Porque ello depende de nosotros, de nuestra capacidad de aunar la potencia de las grandes masas de explotados y marginados, de ayudar a elevar la conciencia social, de lograr la organización de esas grandes masas, de lograr la ampliación de la lucha de clases contra el enemigo fundamental y de poseer la enorme valentía necesaria para enfrentar al agonizante pero no fallecido monstruo que nos enfrenta e intenta impedir con todos sus criminales medios que logremos nuestro objetivo. Porque la historia la hacen los hombres y mujeres.

ANTES DE ANALIZAR JUNTOS El CUADRO 1, QUE INDICA CON CATEGORÍAS CÓMO SE COMPONE UNA FORMACIÓN ECONÓMICA-SOCIAL VEREMOS QUÉ ES CATEGORÍA.


CATEGORÍAS

Hemos definido “concepto”, ahora definiremos categoría.

De los conceptos más generales del pensamiento surgen las categorías.

Escrito de esta manera parece que estamos expresando o afirmando que categoría es igual a concepto pero, en realidad, esta afirmación no es válida para todos los conceptos sino, exclusivamente, para aquellos más generales; conceptos que se incorporan a las ciencias.

Una ciencia (cualquier ciencia) no es sólo un sistema de leyes, sino también un sistema de determinadas categorías, es decir, un sistema que integra los conceptos más generales que se forman en el curso del su desarrollo y constituyen su base.

Un ejemplo: en la mecánica adquieren nivel de categoría los conceptos de masa, energía, fuerza, etc. Otro ejemplo: En la Economía Política adquieren el nivel de categoría los conceptos mercancía, valor, dinero, etc. Y en filosofía adquieren el nivel de categoría los conceptos que reflejan rasgos y nexos, aspectos y propiedades de la realidad como ser: materia y conciencia, movimiento, espacio y tiempo, contenido y forma, causa y efecto, necesidad y casualidad posibilidad y realidad, cantidad y calidad, etc.

Las leyes y categorías de la dialéctica están estrechamente vinculadas entre sí. Si tomamos, por ejemplo, la ley de tránsito de los cambios cuantitativos a cualitativos veremos que contienen las categorías de cantidad y calidad. Nos sería imposible comprender esa ley sin antes conocer esas categorías, es decir, esos conceptos más generales del pensamiento. Puede ocurrir a la inversa, como por ejemplo: la ley de unidad y lucha de contrarios permite profundizar sobre el verdadero sentido de las categorías contrapuestas como contenido y forma, necesidad y casualidad, posibilidad y realidad…

Las categorías, esos conceptos más generales del pensamiento son el resultado de la actividad práctica y cognoscitiva del hombre. Constituyen fases de su conocimiento sobre el mundo circundante. Es muy interesante la síntesis que Lenin realiza sobre este tema:
“El hombre intuitivo, el salvaje, se confunde con la naturaleza. El hombre corriente se desprende de ella; las categorías son fases de ese desprenderse, del conocimiento del mundo.”
Para completar esta definición en la que afirmamos que los conceptos más generales dan origen a las categorías, desarrollaremos brevemente una explicación sobre dos categorías: contenido y forma.

Definimos al CONTENIDO como el conjunto de elementos y procesos que constituyen un objeto o un fenómeno.
Definimos como FORMA a la estructura y organización del CONTENIDO. Que no es externo a éste. Que es intrínsecamente inherente a él.
El Materialismo Dialéctico es la Unidad de contenido y forma, categorías que son inseparables pero no iguales.
No existe contenido en general, existe siempre con una forma determinada. No existe forma sin contenido. La forma siempre tiene un contenido. Un contenido cuya estructura y organización representa. Pero no son lo mismo.

El contenido es dinámico, se distingue de la forma por su enorme actividad. Se desarrolla, se mueve constantemente y cambia. Cuando el contenido cambia, cambia también la forma. Podemos entonces afirmar que el contenido determina la forma. También debemos señalar que un mismo contenido puede desarrollarse con diferentes formas. Pero… la forma no permanece pasiva. Influye activamente sobre el contenido ya sea favoreciendo su desarrollo, ya sea frenándolo. Es por ello que la forma adquiere enorme importancia en la consolidación de los cambios.

No obstante se señala la existencia de un orden: para que la forma cambie debe cambiar el contenido. Pues el contenido es muy dinámico y la forma es lenta y por períodos parece estable.
Esa lentitud en la forma hace que la misma se retrase en relación al contenido y, por tanto, entre en directa contradicción con el mismo. Esa contradicción sólo se resuelve cambiando la vieja forma por una nueva que le permita al contenido continuar su desarrollo. Señalemos varios ejemplos:

El contenido de un átomo son sus partículas elementales. Su forma la constituye la organización de esas partículas, el orden en que se desplazan dentro del átomo. En un organismo vivo el contenido está constituido por los procesos del metabolismo, por los órganos, por los tejidos, por las células donde operan esos procesos. La forma es el orden en que se producen esos procesos vitales en el organismo. Es la estructura de los órganos y tejidos.

En la vida social el contenido lo constituyen las fuerzas productivas (los materiales y materias primas, las herramientas, máquinas e instalaciones, el conocimiento científico y el trabajo vivo del hombre). La forma se manifiesta a través de las relaciones de producción existente.

Cuando afirmamos que es el contenido el que determina la forma podemos mencionar que es el modo de producción vigente en una estructura económica de una sociedad dada (el contenido) el que determina la superestructura política-social-jurídica de la misma (la forma).

Finalizamos con este ejemplo. Hoy la producción posee un componente inmensamente social mientras que la apropiación de esa misma producción se acumula cada vez más en un puñado de familias o monopolios.

Las Fuerzas Productivas (el contenido), generadoras de toda la riqueza existente, poseen el poder de satisfacer las necesidades globales, es decir, las necesidades de todos los habitantes del planeta.

Las Relaciones de Producción (la forma), generadoras de la superestructura político-social-jurídica, poseen el objetivo de clase predominante a la que pertenecen, en este caso y época, lo predomínate es el monopolio cuyo único objetivo ha sido es y será el de obtener la mayor plusvalía posible. Por eso el “sistema” debe producir exclusivamente para quien tenga dinero, pueda comprar, pueda pagar y pueda transferir ese dinero al monopolio. Ello significa que, si bien las Fuerzas Productivas (el contenido) están preparadas para avanzar, las relaciones de producción vigentes (la forma) están retrasadas y sólo van a producir para la demanda solvente. Esta crítica situación sólo puede resolverse cambiando la forma por otra que responda a las exigencias de las fuerzas productivas, Es decir, cambiando las actuales relaciones de producción capitalista por otras de nuevo tipo, con alto contenido social, cambiándolas por el socialismo.

A partir de esta introducción comienza el curso. Algunos conceptos lo van a encontrar repetidos. Es necesario, pues hasta ahora nosotros nos hemos formado en los conceptos desarrollados por la burguesía y hemos asimilado como propios algunos de ellos (neoliberalismo por imperialismo por ejemplo).


En GOOGLE, ingresando con la palabra “cieys” van a encontrar una serie de artículos con el título NOSOTROS O ELLOS, desde el número 34 en adelante se hace un recorrido más detallado sobre cada una de las categorías que necesitamos saber para llevar adelante la lucha cultural contra el imperialismo y sus mercenarios.

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