CURSO DE ECONOMÍA POLÍTICA Y
SOCIAL CIENTÍFICA
CIEYS
CENTRO DE INVESTIGACIONES
ECONÓMICAS Y SOCIALES
CASA DE LA AMISTAD ARGENTINO-CUBANA
AÑO 2014-2015
Oscar Natalichio: oscarnatalich@fibertel.com.ar
0. INTRODUCCIÓN
Comenzaremos este recorrido sobre
el marxismo-leninismo y sus categorías remarcando qué es y qué abarca esta
ciencia, bajo qué principios se sostiene y qué son las formas de lucha que
surgen como acciones necesarias a realizar para que la transición hacia el
socialismo y la construcción del mismo, se convierta en realidad. Otro mundo es
posible, sí, pero no surge de la espontaneidad ni por orden de un ser superior,
surge de la lucha de clases y de la unidad conciente de lo distinto que posee
en común un mismo enemigo, designado como categoría como “el enemigo
fundamental”.
Comenzamos definiendo al
marxismo-leninismo como una ciencia, pero no es cualquier ciencia, se trata de
una ciencia general. Definiremos primero lo que es ciencia, de tal manera
comprenderemos la diferencia entre una ciencia en particular y una general.
CIENCIA Y MARXISMO LENINISMO COMO
CIENCIA ESPECIAL
La ciencia se puede definir como
el conjunto de conocimientos obtenidos mediante la observación y el
razonamiento. Éstos deben encontrarse sistemáticamente estructurados y de ellos
deben deducirse principios y leyes generales.
Si bien la palabra ciencia es
equiparable a la de conocimiento, debemos alertar que no todos los
conocimientos se pueden considerar científicos.
La experiencia habitual de la
vida, los conocimientos adquiridos sobre la base de la simple observación y la
actividad práctica, no pertenecen a la ciencia, pues constituyen descripciones
de hechos y procesos donde descubrimos o se nos revelan los aspectos externos
del fenómeno.
El conocimiento científico
arranca en el momento en que, detrás del conjunto de hechos, se descubre el
desarrollo regido por leyes y por las relaciones generales y necesarias entre
éstas, que nos permiten deducir y explicar porqué determinado fenómeno se
produce de esa forma y no de otra, y, muy importante, permite predecir el
comportamiento posterior de dicho fenómeno.
No se trata de un simple
conglomerado de conocimientos sobre hechos y leyes sino un conjunto de
conocimientos que conforman un sistema, donde hechos y leyes se encuentran
vinculados entre sí por determinados nexos y se condicionan mutuamente.
El desarrollo de una ciencia se
realiza elevándose de una simple recopilación de hechos aislados, por medio de
la observación, de su estudio y del descubrimiento de sus procesos por medio de
leyes, a una teoría científico, lógicamente estructurada, que explica los
viejos datos ya conocidos y predice nuevos hechos.
La exactitud del conocimiento
científico se determina, no sólo por su forma lógica de demostración, sino por
su obligatoria verificación en la práctica, en la observación y en el
experimento científico.
EL MARXISMO-LENINISMO ES UNA
CIENCIA ESPECIAL
Es un sistema de concepciones
científicas que contiene: En la filosofía el materialismo dialéctico y el
materialismo histórico, en la economía, la propiedad social; y el la política
el socialismo y el comunismo.
Es un sistema que expresa los
intereses fundamentales de la clase productora de bienes materiales: la clase
obrera, los trabajadores en general y sectores sociales aliados.
Es un sistema que se basa en la
ciencia (revela leyes del mundo objetivo) y en la práctica (proporciona un
método del conocimiento).
Es “especial” pues estudia lo general
(no lo particular) de todos los objetos y fenómenos comenzando con la materia
(mundo material) y su reflejo en la conciencia del hombre (el pensamiento).
Se plantea como objetivo
demostrar científicamente que el mundo es material por naturaleza y existe
independientemente de la conciencia; y en ahondar sobre la capacidad de la
mente humana de conocer ese mundo material, de ser su reflejo más o menos fiel.
Para ello utiliza como
herramientas básicas de análisis: el materialismo dialéctico y el materialismo
histórico.
El Materialismo Dialéctico es la
unidad del Materialismo (lo primario es la materia (el mundo objetivo) sujeta a
leyes, que se encuentra en movimiento, se desarrolla y cambia) y la Dialéctica
(método científico del conocimiento de la naturaleza y de la sociedad; del
mundo exterior (objetivo) y del pensar (subjetivo). Es un sistema filosófico de conceptos,
categorías, principio y leyes científicas, todas generales y amplias. Es
también la unidad orgánica de la dialéctica materialista (las leyes más
generales del desarrollo del mundo y de la materia) con la lógica dialéctica (las
leyes y formas del modo de pensar) y la teoría del conocimiento (la ciencia de
las leyes del conocimiento).
El Materialismo Histórico es la
ciencia que estudia las leyes generales del desarrollo y funcionamiento de la sociedad. Es la
extensión del materialismo al campo de los fenómenos sociales. La concepción
materialista de la historia considera a la sociedad: como un organismo vivo; en
permanente desarrollo; como una complicada red de relaciones sociales y con
condicionamientos e intercomunicación internos. Para su estudio se utiliza la
dialéctica materialista que posibilita: comprender los fenómenos y separar lo
esencial de lo no esencial, para descubrir la base material y objetiva de toda
la vida social, explicar la esencia de la sociedad humana y descubrir e
investigar las leyes generales de la historia de la humanidad. Sus
principales categorías son: el ser social (proceso objetivo y real en la vida
de los hombres) y la conciencia social (la vida espiritual de la sociedad donde
se refleja el ser social).
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Para aplicar la teoría a la
práctica de manera eficaz es necesario que se constituya una vanguardia
revolucionaria que defienda y lleve adelante con firmeza y sin claudicaciones
la lucha por el socialismo con las herramientas que la filosofía marxista
proporciona, considerando las particularidades que se manifiestan en cada
momento histórico, en cada país, en cada pueblo.
Esa vanguardia, que debe ser real,
la constituyen los Partidos Comunistas, quienes no por serlos van a reclamar a
los demás que se lo reconozcan como tal. La vanguardia, que debe ser ideológica
y política, es real cuando es comprendida por las grandes masas de
trabajadores, campesinos e intelectuales.
Es interesante conocer cuál era
la opinión del CHE y más adelante la de Ho
Chi Minh.
EL PARTIDO MARXISTA-LENINISTA por
el CHE
Fragmentos del prólogo del CHE
para el libro “El Partido Marxista-Leninista” publicado en Cuba en el año 1963
Este trabajo del CHE no fue hecho
por él para satisfacer a alguien en particular. Su conducta revolucionaria
indica que jamás lo hubiese escrito con tal motivo. Este prólogo fue realizado
sintetizando en él su pensamiento en cómo debe ser el Partido
Marxista-Leninista. Es frontal y claro, como es su estilo y todo lo reproducido
a continuación es tal como él lo escribió.
“Este pequeño libro está
destinado a iniciar a los militantes del Partido; en el amplio y riquísimo
acervo de las ideas marxistas-leninistas. La elección de los temas es simple y
efectiva. Se trata de un capítulo del “Manual de marxismo-leninismo” de Otto
Kuusinen y de una serie de discursos de Fidel Castro. La selección es buena
porque en el capítulo del manual de marxismo-leninismo se sintetiza la
experiencia de los partidos hermanos y se da un esquema general de lo que debe
ser y cómo debe actuar un partido marxista-leninista, y en la sucesión de
discursos del compañero Fidel se ve desfilar la historia política de nuestro
país a través de las palabras en algunos casos autobiográficas, del dirigente
de la Revolución.
Las dos cosas están íntimamente
ligadas, la teoría general como expresión de las experiencias del PCUS y de los
partidos marxistas-leninistas de toda la humanidad y la aplicación práctica de
éstas ideas generales a nuestras especiales características… cabe el caso
específico de la situación cubana que agrega nuevas experiencias al movimiento
obrero del mundo.
El manual nos enseña con meridiana
claridad qué es un partido marxista-leninista: “personas fundidas por una
comunidad de ideas que se agrupan para dar vida a las concepciones marxistas,
es decir, para llevar a cabo la misión histórica de la clase obrera”. Explica,
además cómo un partido no puede vivir aislado de la masa, cómo debe estar
permanentemente en contacto con ella, cómo debe ejercer la crítica y la
autocrítica y ser muy severo con sus propios errores; cómo no debe basarse
solamente en conceptos negativos de lucha contra algo, sino también en
conceptos positivos de lucha por algo; cómo los partidos marxistas no pueden
cruzarse de brazos esperando que las condiciones objetivas y subjetivas,
formadas a través del complejo mecanismo de la lucha de clases, alcancen todos
los requisitos necesarios para que el poder caiga en manos del pueblo como una
fruta madura. Enseña el papel dirigente y catalizador de ese partido,
vanguardia de la clase obrera, dirigente de su clase, que sabe mostrarle el
camino del triunfo y acelerar el paso hacia nuevas situaciones sociales.
Insiste en que aún en los momentos de reflujo social, es necesario saber
retroceder y mantener firme a los cuadros para apoyarse en la próxima ola y
avanzar más lejos, hacia el fin fundamental del Partido en la primera época revolucionaria,
que es la obtención del poder.
Y es lógico que este partido lo
sea de clase. Un partido marxista-leninista mal podría ser de otra manera; su
misión es buscar el camino más corto para lograr la dictadura del proletariado
y sus militantes más valiosos, sus cuadros dirigentes y su táctica salen de la
clase obrera… Si el partido marxista-leninista es capaz de prever las etapas
históricas a sobrevenir y es capaz de convertirse en bandera y vanguardia de un
pueblo aún antes de haber liquidado la etapa de liberación nacional –tratándose
de nuestros países colonizados- entonces ese partido habrá cumplido una doble
misión histórica y podrá afrontar las tareas de la construcción del socialismo
con más fuerza, con más prestigio entre las masas…
…………………………………………………………………………………………………………
Un Partido se nutre de personas
que encuentran en él afinidad con sus ideas y sentimientos, pero ello es sólo
la puerta que nos permite entrar a él. La vida del partido, su crecimiento y su
éxito en la lucha, su inserción en las masas trabajadoras, es llevada adelante
por sus militantes. Si estos conocen la teoría, saben de lo que hablan, ya no
sólo con intuición sino con profundo conocimiento, se convierten en cuadros
dirigentes y están preparados para actuar en cualquier momento y bajo cualquier
circunstancia y preparados para aplicar la línea política del Partido con
independencia.
EL CUADRO, COLUMNA VERTEBRAL DE
LA REVOLUCIÓN
Fragmentos del trabajo de Ernesto
CHE Guevara, escrito en septiembre de 1962
El eje central de nuestros
errores está en nuestra falta de sentimiento de la realidad en un momento dado,
pero la herramienta que nos faltó, lo que fue embotando nuestra capacidad de
percepción y convirtiendo al Partido en un ente burocrático, poniendo en
peligro la administración y la producción, fue la falta de cuadros
desarrollados a nivel medio…
A esta altura podemos
preguntarnos, ¿qué es un cuadro? Debemos decir que, un cuadro es un individuo
que ha alcanzado el suficiente desarrollo político como para poder interpretar
las grandes directivas emanadas del poder central, hacerlas suyas y
transmitirlas como orientación a las masas, percibiendo además las
manifestaciones que ésta haga de sus deseos y sus motivaciones más íntimas. Es
un individuo de disciplina ideológica y administrativa, que conoce y practica
el centralismo democrático y sabe valorar las contradicciones existentes en el
método para aprovechar al máximo sus múltiples facetas; que sabe practicar en
la producción el principio de la discusión colectiva y decisión y
responsabilidad única, cuya fidelidad está probada y cuyo valor físico y moral
se ha desarrollado al compás de su desarrollo ideológico, de tal manera que
está dispuesto siempre a afrontar cualquier debate y a responder hasta con su
vida de la buena marcha de la
Revolución. Es , además, un individuo con capacidad de
análisis propio, lo que le permite tomar las decisiones necesarias y practicar
la iniciativa creadora de modo que no choque con la disciplina. El
cuadro, pues, es un creador, es un dirigente de alta estatura, un técnico de
buen nivel político que puede, razonando dialécticamente, llevar adelante su
sector de producción o desarrollar a la masa desde su puesto político de
dirección.
El desarrollo de un cuadro se
logra en el quehacer diario; pero debe acometerse la tarea, además, de un modo
sistemático en escuelas especiales, donde profesores competentes, ejemplos a la
vez del alumnado, favorezcan el más rápido ascenso ideológico.
(Los fragmentos seleccionados son
textuales, sin cambiar una coma y responden al pensamiento vivo del CHE. No hay ningún fragmento que haya sido sacado
de su contexto).
…………………………………………………………………………………………………………….
Las fuentes del
marxismo-leninismo no sólo son los aportes de Marx, de Engels, de Lenin, de
Stalin, son los aportes de todos los grandes revolucionarios: de Fidel, de
nuestro CHE y también de ese gran vencedor de imperios, que mucho nos puede
enseñar tomando su pensamiento universal, que fue y es el camarada Ho Chi Minh
DOCUMENTO HISTÓRICO
HO CHI MINH
(Del libro: “Ho Chi Minh, vida y
obra”)
Estos párrafos corresponden al
capítulo 5 del mencionado libro, editado por la Comisión de Estudios Históricos
del Partido Comunista de Vietnam, editorial THE GIOI. Tomados desde la página 78 a la 86.
Mientras estudiaba la situación
en la Unión Soviética ,
Ho Chi Minh fue invitado por la Internacional Comunista
a descansar en Sochi, porque estaba muy débil después de meses de sufrimiento y
de riesgos. Pero habituado a la vida activa, regresó a Moscú después de algunos
días.
El primero de octubre de 1934,
mediante presentación del Comité Ejecutivo de la Internacional Comunista
y bajo el nombre de Linov, Ho Chi Minh se inscribió en la Universidad Lenin ,
escuela superior del Partido reservada a los dirigentes de los partidos
comunistas y obreros del mundo.
Concluido sus estudios, no
pudiendo aún regresar al país, trabajó como candidato-investigador en el
Departamento de Historia del “Instituto de Investigaciones sobre las cuestiones
nacional y colonial” de la Internacional Comunista.
Durante ese período, sostuvo
encuentros amistosos con el grupo de alumnos vietnamita en la Universidad de
Oriente, de quienes se ocupaba con dedicación. Les servía de ejemplo
participando en todas sus actividades: periódico mural, representaciones
artísticas, gimnásticas y deportivas, traducción de los documentos, etc.
Mientras enseñaba en el instituto
de investigaciones sobre las cuestiones nacional y colonial, fue encargado por
la dirección del centro, de impartir a los alumnos vietnamitas cursos sobre la
historia del Partido Comunista de la Unión Soviética y los problemas de la
organización del Partido. Él les hablaba del espíritu de unión en la lucha de
los residentes vietnamitas en Siam, de sus propias actividades y experiencias
en la lucha revolucionaria. Les recomendaba unirse y amarse como hermanos y
asegurar la solidaridad interna y con los camaradas de los partidos hermanos.
En cuanto a la vida cotidiana,
les inculcaba un simple estilo, sano y el optimismo revolucionario. Los estimulaba
a superarse en el estudio para después servir mejor a la revolución.
Mientras estaba a cargo del grupo
de alumnos vietnamitas en la
Unión Soviética , Ho Chi Minh se ocupaba del perfeccionamiento
teórico de los cuadros y los miembros que militaban en Vietnam.
En carta firmada como Lin, del 16
de enero de 1935 y enviada al Departamento de Oriente del Comité Ejecutivo de la Internacional Comunista ,
Ho Chi Minh, después de haber hecho una exposición sumaria sobre el nivel
teórico de los cuadros y los miembros del Partido y apreciado altamente su
espíritu revolucionario, insistía en la importancia de su perfeccionamiento en
teoría marxista-leninista.
Lo que a continuación se
reproduce (y se encuentra en el libro) es textual del camarada Ho Chi Minh y sugerimos
se lea con la mayor atención posible.
“Todos nuestros camaradas son
valientes, dinámicos y consagrados al trabajo, pero, por falta de conocimientos
teóricos, deben ir a tientas, cometiendo así errores difíciles de corregir”.
“Evidentemente, se forjaron en el
crisol de la lucha y en el trabajo cotidiano. Sin embargo, muchas situaciones
embarazosas, errores y fracasos dolorosos pueden ser evitados si les inculcamos
conocimientos teóricos elementales indispensables, que les indique el camino a
seguir y faciliten su tarea”.
“Stalin tiene toda la razón al
decir: “La teoría da a los que realizan las actividades concretas la fuerza
para determinar la orientación, juzgar con lucidez el futuro, actuar con
resolución y creer en la victoria de nuestra obra”.
En estos tres párrafos, Ho Chi
Minh remarca la enorme importancia que tiene para el cuadro revolucionario el
dominio de la teoría revolucionaria. “Son valientes, dinámicos y consagrados”,
pero ello no es suficiente.
Para facilitar los estudios de
los cuadros y miembros del Partido en los países coloniales, propuso al
Departamento de Oriente publicar folletos sobre marxismo-leninismo, sobre los
principios y las experiencias de la edificación del Partido, sobre el trabajo
de propaganda en las masas y otros temas.
Esas publicaciones debían ser
concisas, sencillas, para facilitar la comprensión, bajo la forma de preguntas
y respuestas, porque temía que por su bajo nivel de instrucción general,
nuestros camaradas no pudieran asimilar textos largos y difíciles.
Ho Chi Minh subrayó:
“Los que les he dicho sobre
nuestros camaradas en Indochina, Siam, etc., es –y estoy convencido- igualmente
justo para los camaradas de otros países coloniales, donde el Partido Comunista
es ilegal y el nivel de instrucción general de las capas trabajadoras es aún
muy bajo. Los folletos que propongo serán muy útiles en esos países”.
En julio de 1935, una delegación
oficial del PCI, encabezado por Le Hong Phong, participó en el VII Congreso de la Internacional Comunista
celebrado en Moscú.
Bajo el nombre de Lin, Ho Chi
Minh, en calidad de delegado del Departamento de Oriente, participó en los
debates de las subcomisiones y aportó numerosas ideas. Plenamente conciente de
su responsabilidad en la delegación, contribuyó de manera destacada al
cumplimiento de su tarea en el Congreso.
Las resoluciones adoptadas
tuvieron entonces una gran significación para la revolución vietnamita. Los
principios propuestos en el informe del camarada búlgaro G. Dimitrov y
definidos en la resolución del Congreso, concerniente al Frente Popular
Antiimperialista en los países coloniales y dependientes, revistieron una
relevancia particular para las actividades del PCI en la época del movimiento
democrático (1936-1939).
El Congreso decidió reconocer al
PCI como una sección oficial de la Internacional Comunista
y eligió al camarada Le Hong Phong miembro suplente del Comité Ejecutivo de
esta última agrupación.
Ho Chi Minh volvió a China a
fines de 1938 para intentar regresar a Vietnam… Entre febrero y julio de 1939,
había escrito y enviado al país nueve artículos titulados Cartas de China publicados
más tarde en el periódico Nuestra Voz, semanario del Partido aparecido legalmente en
Hanoi. Esos textos abordaban dos grandes temas: la amenaza de la agresión de
los fascistas japoneses y las tentativas de sabotaje de los trotskistas en
China.
Denunciaban la naturaleza
reaccionaria de los fascistas japoneses, condenaban enérgicamente sus crímenes
y elogiaban el heroico espíritu de lucha del pueblo chino para la salvación
nacional. Al mismo tiempo, reafirmaban el apoyo del pueblo vietnamita al pueblo
chino contra los fascistas japoneses.
Respecto a los trotskistas, Ho
Chi Minh escribió:
“… A fines de 1936, y
especialmente en el transcurso de la guerra, las actividades criminales de los
trotskistas nos han abierto los ojos. Desde entonces, hemos estudiado con
atención este problema”.
Estimó que los trotskistas chinos
eran traidores de la Patria, implantados por los fascistas japoneses en el seno
del Partido Comunista Chino para sabotear el movimiento antijaponés del pueblo
chino. Los trotskistas, en China o en otros países, no eran más que delatores a
sueldo del fascismo japonés e internacional.
Sus artículos periodísticos sobre
los trotskistas en China, junto con los juicios del PCI sobre esos elementos en
Vietnam, expresados en sus resoluciones, desempeñaron un papel muy importante
en la educación política e ideológica, ayudando a los cuadros, miembros del
Partido y las masas a reconocer a los trotskistas, agentes del fascismo.
Basándose en las resoluciones del
VII Congreso de la
Internacional Comunista y en la situación de Vietnam,
escribió al Comité Central del Partido para sugerirle ideas directivas sobre la
línea estratégica y medidas tácticas para el período del Frente Democrático
Indochino. Los pensamientos que él resumió en su informe enviado a la Internacional Comunista ,
en julio de 1939, contenían las cuestiones siguientes:
En cuanto a las consignas de
lucha:
En este momento, el Partido no
puede formular reivindicaciones muy altas, tales como la independencia
nacional; es conveniente no reclamar más que las libertades democráticas y el
mejoramiento de las condiciones de vida del pueblo, la amnistía general para
los presos políticos y el derecho a la actividad legal del Partido.
En cuanto al Frente:
“Este frente no comprende sólo a
los indochinos, sino también a los franceses progresistas de Indochina, él
engloba, a la vez, al pueblo trabajador y a la burguesía nacional”.
“Sobre la burguesía nacional, el
Partido debe emplear mucha habilidad y flexibilidad. Debe desplegar todos sus
esfuerzos para atraerla al Frente y retenerla allí, estimularla a actuar si es
posible y aislarla políticamente si es necesario. Debe, en lo posible, evitar
dejarla fuera del Frente, porque así se empujaría a los brazos de los
reaccionarios y se reforzaría su rango”.
“Acerca de los trotskistas, no
hay cuestiones de compromiso, de concepciones. Debe desenmascararse a cualquier
precio su papel de lacayos de los fascistas, y liquidarlos políticamente”.
En cuanto al Partido:
“El Partido no puede imponer su
dirección al Frente. Debe mostrar que es la parte más fiel, activa y sincera de
la causa común. No puede asumir el liderazgo de la revolución más que en la
lucha y el trabajo cotidiano, cuando las masas reconocen la justeza de su
política y su capacidad de dirección”.
“Por ello, el Partido debe luchar
enérgicamente contra el sectarismo y organizar el estudio metódico del
marxismo-leninismo para elevar el nivel cultural y político de sus miembros, y
ayudar a los cuadros sin partido a elevar su conciencia política...”
Además, Ho Chi Minh recomendó al
Comité Central controlar la prensa del Partido, el movimiento de las masas
populares para mejorar las condiciones de vida atrajo a la lucha a millones de
hombres y despertó su conciencia política. El prestigio del Partido ganó en
amplitud y profundidad en el pueblo. Más tarde, Ho Chi Minh expresó acerca del
movimiento democrático de 1036-1939:
“Ese movimiento ha dejado al
Partido y al Frente nacional de hoy una preciosa experiencia. Nos hace
comprender que las masas apoyan y defienden con entusiasmo todo lo que se
corresponde con sus aspiraciones y que un verdadero movimiento de masas no es
posible más que a ese precio. Indica que debemos evitar a cualquier costo el
subjetivismo y la estrechez de espíritu”.
Como integrantes del Centro de
Investigaciones Económicas y Sociales (CIEYS) manifestamos nuestro total
acuerdo con los conceptos vertidos por el camarada Ho Chi Minh y, desde el
inicio de nuestras actividades, hemos propulsado la formación política y de
cuadros en el marxismo-leninismo, llevando adelante sus conceptos y categorías
de una manera concisa y sencilla, que permita, a quien recibe el mensaje, que
éste se comprenda, se asimile y pueda enriquecerlo.
La unidad de todos los sectores
antiimperialistas, la conformación de un gran Frente para liberarnos del
monstruo mayor, es nuestra principal guía. Reproducimos arriba los sabios
aporte de un enorme revolucionario, guía de un pueblo que derroto a cuanto
imperialismo intentase someterlo. Ahora, brevemente, desarrollaremos fragmentos
de otro enorme revolucionario, latinoamericano y argentino, nuestro CHE, en su
discurso del 1º de enero de 1959.
“Pero nuestra condición de movimiento
de todas las clases de Cuba, nos hace luchar también por los profesionales y
comerciantes en pequeño que aspiran a vivir en un marco de leyes decorosas; por
el industrial cubano, cuyo esfuerzo engrandece a la Nación creando fuentes de
trabajo, por todo hombre de bien que quiere ver a Cuba sin su luto diario de
estas jornadas de dolor”.
“Hoy más que nunca, el Movimiento
26 de Julio, ligado a los más altos intereses de la nación cubana, da su
batalla, sin desplantes pero sin claudicaciones, por los obreros y campesinos,
por los profesionales y pequeños comerciantes, por los industriales nacionales,
por la democracia y la libertad, por el derecho de ser hijos libres de un
pueblo libre, porque el pan de cada día sea la medida exacta de nuestro
esfuerzo cotidiano”
SABER Y PODER UNIR A TODAS LAS
FUERZAS POPULARES Y PROGRESISTAS CONTRA EL ENEMIGO FUNDAMENTAL ES SER SABIO Y
SER REVOLUCIONARIO.
En la sociedad existen
principios, algunos son universales o generales, otros son patrióticos y
nosotros, como sociedad nueva dispuestos a salir de la prehistoria para
ingresar a la HISTORIA con mayúscula,
además poseemos los principios socialistas. Este resumen sobre los principios y
las formas de lucha están recopilados de las escuelas municipales de formación
de cuadros del Partido Comunista de Cuba.
LOS PRINCIPIOS Y LAS FORMAS DE
LUCHA
En razones y principios se
asientan los pueblos y no en traiciones” Fidel Castro.
Las escuelas del Partido deben
empeñarse en fortalecer el pensamiento libre de los revolucionarios mediante la
reflexión teórica y el aprendizaje de las lecciones de la vida práctica.
Se trata de lograr poseer una
palabra más justa, más exacta, más profunda, no sólo para combatir las
permanentes mentiras del enemigo, sino para fortalecer nuestras convicciones y
el optimismo histórico de la construcción del Socialismo. Y también para
valorar y considerar como parte nuestra, como parte irrenunciablemente nuestra,
los enormes sacrificios y avances logrados por los camaradas y Partidos de los
países donde se encuentran construyendo el Socialismo (China, Cuba, Vietnam,
Corea, Laos…) y resaltar el fundamental papel jugado en la humanidad por la Gloriosa Revolución
Soviética que abrió el paso de la prehistoria a la historia.
Principio y medios de lucha no son
iguales cosas pero son complementarias.
Los ideales, los propósitos, los
fines, los objetivos, forman parte de los principios. Esos principios deben ser
asimilados por la conciencia de la personas, de las masas, de las clases
sociales que integran el gran frente contra el enemigo fundamental. De esa
manera los principios (teóricos) se convierten en “valores” irrenunciables a
los cuales arribamos sólo para partir.
Engels destacó los principios en
la ciencia como puntos de llegada o resultados del proceso del conocimiento,
pero al propio tiempo los definió como puntos de partida.
“Un principio justo desde el
fondo de una cueva puede ser más que un ejército” Martí
Los medios de lucha transitan por las vías
concretas y contienen la estrategia y las tácticas políticas necesarias para la
realización de los principios. El principio de la igualdad, por ejemplo, sólo
puede cumplirse en una formación económica social donde la propiedad sea social
y la explotación del hombre por el hombre no exista, y esa sociedad es la
sociedad socialista. Los principios son los ideales, los medios de lucha las
acciones. Con palabras condenamos al capitalismo, condenamos la propiedad
privada, condenamos la explotación, pero lograr superar esa situación requiere
una acción gigantesca, que contiene imprevistos que deben ir siendo
solucionados; y esa acción gigantesca a la que debemos arribar se llama “revolución
social”.
Hay que considerar que los
Principios tienen mucho más largo alcance que los medios de lucha. Éstos
últimos se relacionan, ante todo, en la coyuntura, o sea, en una situación
histórica concreta. Esta distinción nos permite clasificar a los principios con
mucha más facilidad que realizar una clasificación sobre las formas de lucha,
salvo aquellas que contienen definiciones muy generales como “formas
revolucionarias”; “pacíficas”, “violentas” etc.
Necesaria clasificación de los
principios.
“En nuestra cultura como parte
del llamado mundo occidental, hay, incuestionablemente, componentes de valores
cristianos; pienso que entre esos valores hay principios éticos y humanos que
son aplicables a cualquier época” Fidel.
Principios Humanos Generales:
Este género de principios están
integrados por la dignidad personal, por el apego a la verdad, por el
sentimiento de ayudar al prójimo, por ser honesto, por ser sincero, por ser
modesto, por ser sencillo, por ser solidario, por ser decente, generoso y
disciplinado. Por ser tolerante, saber escuchar y saber transmitir sin
agresividad y con convicción. Estos principios humanos generales se manifiestan
en la familia, en la pareja, en el amor, en el cuidado de los niños, en la
amistad, en la colaboración entre colegas, en eventos culturales y deportivos,
etc.
Son principios que aparecen en
diferentes culturas y que Marx, en El Capital, separa de los efectos de las
formaciones económicas sociales expresando que nadie en particular, tampoco el
capitalista, es culpable de la existencia de condiciones sociales
deshumanizadas que benefician a pocos y condenan a muchos. Hay quienes personalmente
son bondadosos, pero como capitalistas se benefician del trabajo de los demás.
Y no pocas veces, de las clases dominantes, han salido verdaderos
revolucionarios debido a su sensibilidad. Se han colocado al lado de los
explotados. Lenin afirmaba que sin Engels, Marx jamás hubiese podido escribir
El Capital.
No hay duda que esos principios
humanos generales son los más viejos y elementales; aparecen en El Viejo
Testamento, en el Nuevo Testamento, en el Corán, en los textos de los
hinduistas y de los budistas y en las invocaciones de los animistas y los
espiritistas. Lo mejor de esos principios que provienen del inicio de la
historia humana son nuestros principios humanos generales.
Principios patrióticos:
Se trata de la dignidad nacional.
Están integrados por el patriotismo que contienen a la independencia nacional,
a la soberanía, a la autodeterminación, al antiimperialismo, a la identidad
cultural, al amor por las mejores tradiciones del país, a la protección del
medio ambiente.
Esos principios surgen cuando la
burguesía se asienta como formación económico-social produciendo un cambio
histórico, revolucionario, frente al feudalismo. Para el señor feudal, “su
país” se limitaba al dominio territorial rural donde ejercía el poder a su
antojo. Los “países” así formados eran, especialmente en Europa, territorios
tan pequeños que hacían bromear a Engels expresando que la lluvia se llevaba al
feudal como el fango en sus botas.
Martí destacó que esos primeros
principios humanos, que contienen los sentimientos, conducen a los principios
patrióticos, y en relación a ello, expresó:
“Los cubanos en presencia de la
guerra, se inclinan conforme a la ley general de la naturaleza humana, que
conduce a los hombres generosos, cultos o incultos, del lado del sacrificio,
que es el más puro goce de la humanidad, y retiene a los egoístas, que son las
rémoras del mundo, del lado de los sacrificadores”.
Principios socialistas
Se trata de la dignidad social y
universal donde se resumen y se integran, en el alto grado de desarrollo de la
conciencia, los principios humanos generales y los principios patrióticos,
éstos últimos desarrollados inicialmente por la burguesía y luego arrojados a
la basura por ellos mismos.
Los principios socialistas
empalman con las ideas revolucionarias de los grandes líderes y pensadores del
mundo, especialmente los del siglo XVIII que impulsan a la burguesía a luchar
contra el feudalismo; empalma entonces con los grandes utopistas y
enciclopedistas y con los clásicos de la economía política. Son las tres
fuentes (partes integrantes del marxismo) resumidas así: La filosofía alemana;
la economía política inglesa y el socialismo francés.
Pero esas fuentes son las bases
para el lanzamiento del más poderosos y humano principio que la humanidad conocería:
la filosofía marxista-leninista: el materialismo científico. De esa manera el
conocimiento de la naturaleza se hace extensivo al conocimiento de la sociedad
humana.
La propiedad social; el
internacionalismo proletario, la clase obrera como vanguardia natural del
cambio revolucionario, la unidad de ella con todos los sectores
antiimperialistas, en especial el campesinado, la eliminación de la explotación
del hombre por el hombre, la eliminación gradual de las clases sociales
antagónicas, la unificación ciudad-campo, la generación de nuevos y fuerte
hábitos y costumbres que permitan continuar hacia la creación de una sociedad
comunista a sabiendas que el socialismo es sólo el primer paso hacia ella, son
parte de esos nuevos principios.
Los antiprincipios.
La crisis estructural del
imperialismo, a la que se adiciona las habituales crisis coyunturales, generan
constantemente valores negativos que bien podemos denominar como antiprincipios
en el plano de los principios humanos generales. Entre ellos destacamos la
crueldad personal, la marginación, el egoísmo desenfrenado, la intolerancia
fanática, la avaricia, la mentira, la inclinación por hacer daño, la acusación
falsa, la calumnia, la discriminación racial, la falta de honradez, la
corrupción, el alcoholismo, la drogadicción, la prostitución, la delincuencia,
la injusticia, la fabulación, etc.
Y genera, también, antiprincipios
patrióticos, uniéndose, transitoriamente, los más poderosos para destruir a
naciones más débiles que no aceptan continuar siendo dependiente de ellos.
Destruyen los valores de la nacionalidad, destruye la historia de los pueblos,
destruye la identidad, sobornan a traidores y contratan a mercenarios.
De más está decir que los
principios socialistas no tienen cabida en el modo de producción capitalista,
por eso el imperialismo se esmera permanentemente en evitar que la conciencia
social se desarrolle. En el seno de la sociedad capitalista un ladrón vulgar se
castiga pues se apodera de bienes ajenos. En el seno de la sociedad socialista,
en su fase avanzada, también se castiga al ladrón que se apodera de bienes
ajenos, pero en esa lista aparece el explotador, el que roba parte del salario
al que produce, al obrero.
El inevitable predominio del
capital financiero dentro del modo de producción capitalista, capital
exclusivamente parasitario y depredador, crea la imperiosa necesidad de unir a
todo el pueblo y a todos los pueblos, para evitar la desaparición de la vida
humana sobre nuestro planeta, nunca antes tan amenazada como ahora. Ello es
inevitable dentro del capitalismo pues en su desarrollo destruye todos los
principios y no puede regresar a etapas anteriores; por ello hay que ser muy
claros: que predomine el capital financiero no significa que estamos en
presencia de un nuevo capitalismo, que es una nueva fase del mismo; lo que hoy
estamos viviendo es la fase imperialista tan bien descrita por Lenin y es el
capitalismo hoy.
Por lo tanto, nuestros principios
nos llevan a explicar con ciencia, conciencia y paciencia de que no existe otro
tipo de capitalismo, que no hay margen para capitalismos “humanos” o
“normales”; que si quedan algunas manifestaciones
de esos llamados “normales” o “humanos” es porque en ellos se está
exteriorizando su transición hacia el socialismo y sus insalvables
contradicciones dentro del propio modo de producción capitalista, donde el
tiburón devora a la
sardina. En ese proceso se observa claramente que la
destrucción de la propiedad privada es producida por el propio capitalismo, es
especial en su etapa superior, la de la preminencia de los monopolios, la del
imperialismo, que es la que atravesamos hoy. De allí que los comunistas nos
convertimos en expropiador de los expropiadores (de los grandes medios de
producción).
Hablamos de Ciencia y Conciencia.
Uno, la herramienta, el medio y la otra, la fuerza, la que pone en acción la
herramienta y la va ajustando a las condiciones reales. Desarrollamos el tema:
Hemos analizado los principios
que han sido elaborado por los pueblos en sus desarrollos históricos, pero aún
no hemos abordado sobre el papel determinante que juega la conciencia en ese
desarrollo histórico, donde el hombre se mueve en una naturaleza infinita,
eterna y muy anterior a su existencia y consigue desentrañar sus leyes y hacer
uso (y abuso) de las mismas.
El individuo aislado de la
sociedad no existe pues no podría existir, ya que el hombre lo es porque se
desarrolla en sociedad por medio del trabajo común y siempre se agrupa de
alguna manera. El hombre nunca solitario entabla relaciones con sus semejantes;
elabora las palabras y habla por intermedio de ellas, luego escribe y con
palabras (habladas o escritas) piensa y desarrolla ideas, formándose criterios
sobre lo que sucede y también sobre lo que puede o debe suceder.
Pasemos una revisa a lo que puede
definirse como conciencia desde el punto de vista del materialismo dialéctico e
histórico en estos 31 puntos donde reflejamos al ser social y a la conciencia
social:
Si observamos todo lo que nos
rodea notaremos que todos los objetos son materiales o espirituales. Si
razonamos sobre esa observación descubriremos dos aspectos: lo que existe
objetivamente, es decir, lo que existe fuera de la conciencia del hombre e
independientemente de él, son los fenómenos materiales; y lo que existe
producto de la conciencia: lo inmaterial.
Ambos aspectos (materialidad e
inmaterialidad) integran lo que denominamos “realidad objetiva”. Es decir: la
realidad objetiva está integrada por el concepto “todo el mundo es material por
naturaleza”; todos los fenómenos del mundo conforman aspectos diferentes de la
materia en movimiento y cambio y ese mundo es independiente de la conciencia y
existe fuera de ella. Y también, esa realidad objetiva integra lo inmaterial
que deriva de lo material: integra las ideas, los conceptos, las leyes, el
pensamiento, es decir, lo espiritual.
De acuerdo a lo desarrollado en
los puntos anteriores podemos afirmar que todo lo material es objetivo pero no
todo lo objetivo es material.
Lo que existe en la conciencia
del hombre constituye el dominio de su actividad psíquica (pensamiento,
emociones, sentimientos, etc.) y poseen relación en la esfera de lo ideal, de
lo espiritual.
Pero esa actividad psíquica, esa
conciencia, no podría existir si no existe la materia que la genera, ya que es
una propiedad del desarrollo histórico de la misma, una propiedad de un cuerpo
material extraordinariamente complejo: el cerebro humano.
Marx y Engels desterraron el
idealismo de la ciencia social, resolvieron, de esa manera el problema
fundamental de la filosofía dando origen al materialismo dialéctico y
formulando la tesis principal del materialismo histórico: la existencia social
determina la conciencia social.
En la esfera de la existencia
social se incluye la vida material de la sociedad y, ante todo, la actividad
productora de los hombres y las relaciones económicas que se establecen entre
ellos en el proceso de la producción.
Conciencia social es la vida
espiritual de los hombres, las ideas, las teorías y opiniones por las que se
rigen en su actividad práctica.
La existencia social es lo
primario ya que, antes de ocuparse de la ciencia, de la filosofía, del arte,
los hombres deben poder comer, vestirse, tener vivienda y poder disponer de
tiempo libre.
Así como quien tiene 50 años le
es imposible volver a tener 20, así el desarrollo de la sociedad es una
sucesión sujeta a leyes que crece al igual que nuestra edad, de una formación
económico-social a otra más perfecta, más eficiente que la anterior. Arranca
del comunismo primitivo y se encamina hacia el comunismo científico transitando
por el esclavismo, el feudalismo, el capitalismo y el socialismo.
Mar y Engels superan el carácter puramente
metafísico de la vieja sociología poniendo de manifiesto la dialéctica objetiva
del desarrollo de la sociedad, para estudiar la sociedad y desentrañar las
leyes que rigen su desarrollo.
Esas leyes son tan objetivas como
las de la naturaleza, son pues, independiente de la conciencia del hombre, pero
el hombre las desentrañas y las aprovecha en las actividades prácticas.
Entre leyes de la naturaleza y
las leyes de la sociedad existen rasgos comunes pero también diferencias
propias: las leyes de la naturaleza expresan la acción de fuerzas ciegas; las
del desarrollo social se manifiestan siempre por las acciones de los hombres
como seres concientes que se proponen determinados fines y procuran
alcanzarlos.
Las leyes de la vida social no
sólo son objeto de estudio del materialismo histórico, lo son también de otras
ciencias sociales: la economía política, la historia, la estética, la
pedagogía, etc. La diferencia estriba en que el materialismo histórico estudia
las leyes más generales del desarrollo de la sociedad mientras las demás toman
sólo un aspecto, sobre aspectos que han
sido destinadas. El desarrollo de la producción: la Economía Política. ;
el desarrollo de la sociedad en sus distintas épocas: la historia; la esfera
del arte: la estética; etc.
El materialismo dialéctico y el
materialismo histórico son eslabones de una misma cadena. El primero se centra
en las leyes de la naturaleza “que expresan fuerzas ciegas”. Se encarga de
desentrañarlas y de utilizarla. El segundo se centra en el desarrollo de la
sociedad y trata de desentrañar las leyes que la rigen para interpretarla y
transformarla.
Tanto el materialismo dialéctico
como el histórico son categorías científicas que se basan: en la unidad del
materialismo (lo primario es la materia, el mundo objetivo. Materia sujeta a
leyes. Materia que se mueve, desarrolla y cambia) con la dialéctica (método
científico del conocimiento de la naturaleza y la sociedad; del mundo exterior
(objetivo) y del pensar (subjetivo).
Nos estamos refiriendo a un
sistema filosófico integrado por conceptos, categorías, principios y leyes
científicas, no particulares, sino generales y amplias. Nos estamos refiriendo
a la unidad orgánica de la dialéctica materialista (las leyes más generales del
desarrollo del mundo y de la materia) con la lógica dialéctica (las leyes y
formas del modo de pensar) y la teoría del conocimiento (la ciencia de las
leyes del conocimiento).
Ese sistema filosófico es
aplicado, en el materialismo histórico, a la sociedad; al reconocimiento del
ser social con independencia de la conciencia social de la humanidad. Al
reconocimiento de la conciencia como reflejo del ser; en el mejor de los casos,
como un reflejo aproximadamente fiel.
El marxismo-leninismo es una
ciencia general que contiene (utiliza) como herramientas de análisis al
materialismo dialéctico (como su filosofía científica) y al materialismo
histórico (como su sociología científica). Y tiene como objetivo utilizar esas
herramientas para demostrar que el mundo es material por naturaleza e
independiente de la conciencia de los hombres y ahondar sobre la capacidad de
la mente humana de conocer el mundo material, de ser su reflejo más o menos
fiel. Y ello lo hace no por una mera intensión investigativa, sino para
impulsar y concretar una transformación revolucionaria de la sociedad.
Como habíamos mencionado en el
punto 8, los fenómenos ideales y espirituales, existen únicamente en la mente
de los hombres, y existen como derivados de fenómenos materiales. Son esos
fenómenos ideales y espirituales los que encuentran su expresión en el concepto
“conciencia”. Al igual que el de “materia”, el concepto “conciencia” es también
una categoría filosófica general, de gran amplitud.
Ambas categorías (materia y
conciencia) tiene de común su existencia real. Pero no son comunes sus
realidades, pues son cualitativamente diferentes. La conciencia es un derivado
de la materia, es una propiedad de la materia altamente organizada: el cerebro
humano. Es la capacidad de ese cerebro humano de reflejar en él el mundo
material.
Pero la conciencia no es una
“sustancia” del cerebro, es una facultad especial del mismo que es su portador
y que funciona mientras el cerebro funcione. Cuando una persona muere, pierde
la vida y la conciencia, pues muere el cerebro. Si la persona sobrevive pero su
cerebro no funciona, la conciencia tampoco funciona. Pero ello es conciencia
individual.
La conciencia social la conforman
el conjunto de ideas (entre ellas las políticas y jurídicas), de teorías, de
opiniones, de interpretaciones, la integran también la moral, el arte, la
filosofía, la ciencia, que reflejan la existencia social del hombre. Esa
existencia social es multiforme y compleja y, al ser la conciencia social un
reflejo de ella, también ésta es multiforme y compleja.
En una sociedad dividida en
clases sociales, la conciencia social adquiere “carácter de clase”. El carácter
de clase se manifiesta en el conjunto de opiniones políticas, jurídicas,
morales, artísticas, etc. de una determinada clase que, con ello, construye su
ideología. En esa ideología se manifiesta claramente (y también solapadamente)
la fuerte intencionalidad de defender sus intereses de clase, sus privilegios
si los posee y su liberación si es explotada. Podemos simplificar que hay una
ideología conservadora (que quiere conservar sus privilegios) y una ideología
revolucionaria (que quiere terminar con los privilegios). Con todas sus
variantes y complejidades podemos decir que hay conciencia reaccionaria y hay
conciencia revolucionaria, ambas basadas en el “carácter de clase” que adquiere
la conciencia social.
Sin embargo no todo es tan sencillo
en la vida real. Habíamos mencionado que la existencia social de los hombres
(su actividad material de producción) general la conciencia social. Pero aún no
mencionamos que esa conciencia social adquiere, en su desarrollo, una
independencia relativa sobre su origen. Y esa independencia relativa no es
pasiva con relación a la existencia social, sino que influye en forma activa
sobre ella.
Ello significa que esa conciencia
social puede encontrarse, con relación a la existencia social, “atrasada” (por
la “gran vitalidad que poseen las ideas y opiniones viejas”) o “adelantada”
(cuando se ponen de manifiesto las tendencias generales del desarrollo social)
según se den determinadas condiciones en cada caso. Independientemente de ello,
y ya refiriéndonos a un proceso histórico, es importante destacar el carácter
de “continuidad” que posee la conciencia social. Continuidad en el desarrollo
de la ideología, de las ideas, que poseen enorme importancia para la vida
social. Continuidad que significa utilizar todo lo aprovechable de la cultura
espiritual del pasado. No empezamos de cero sino nos montamos sobre todo lo
descubierto, lo inventado, lo renovado, lo cuestionado. Seguimos la gigantesca
obra de nuestros antepasados para elevarlas más tanto del punto de vista
material (producción) como espiritual (un mundo sin explotadores ni
explotados).
Pero ¿quiénes son los herederos
de esa continuidad? ¿Los “conservadores” o los “revolucionarios”? La respuesta
es clara: sólo las clases avanzadas (en la conciencia, en la ideología) son
capaces de tomar la herencia del pasado, desprendiéndose de los elementos
negativos que contienen y apropiándose de los positivos que los hay y no son
pocos
La conciencia es dinámica. Es el
pensamiento humano que surge en el proceso del trabajo y se desarrolla a medida
que se modifica la naturaleza y la sociedad. Si bien la conciencia es un reflejo
activo del mundo exterior, al adquirir relativa independencia, influye sobre
ese mundo exterior al tomar parte activa en su transformación.
El carácter activo de la
conciencia social consiste en su función abstractiva, que, con relativa
independencia de la existencia social, desarrolla: generalizaciones teóricas;
formulación de conceptos y categorías, extracción de conclusiones, formulación
de hipótesis, capacidad de prever, capacidad de imaginar, capacidad de
fantasear, etc., de ello podemos deducir que la conciencia puede reflejar la
realidad en forma “concreta” o “ilusoria”.
Cuando la conciencia se aproxima
a reflejar la realidad en su forma “concreta” se transforma en un medio
fundamental de orientación para interpretar, lo más correctamente, el mundo en
el cual vivimos y se transforma también es un instrumento activo para la
modificación progresiva de la
sociedad. Ese nivel alcanzado por el desarrollo de la
conciencia en su forma concreta anticipar y orientar la práctica y es en ese
estadio donde se pone de manifiesto el carácter activo de la conciencia social.
Lenin escribía: “La ley
fundamental de la vida de la sociedad consiste en que el ser social determina
la conciencia social, y la conciencia social ejerce una activa influencia
inversa sobre el ser social”. Lenin
menciona en este escrito “ser social” y “conciencia social”. Ambas constituyen
las principales categorías que contiene el materialismo histórico. El ser
social se puede definir: como producto de un proceso objetivo y real de la vida
de los hombres; como el conjunto de instrumentos de trabajo que se utilizan; en
las relaciones entre hombre-naturaleza; en las relaciones entre los hombres
entre sí en la producción social; en la estructura económica de la sociedad, en
las clases sociales y sus relaciones; en las costumbres, usos y tradiciones de
la vida cotidiana; en la materialización de las costumbres; en la familia; en
los grupos sociales; en las naciones; en el desarrollo ininterrumpido de las
generaciones; como fenómeno social; como un todo único, no como una suma
mecánica de sus componentes sino como una relación orgánica recíproca de los
mismos, etc. La conciencia social se puede definir: como la vida espiritual de
la sociedad en la que se refleja el ser social; como un complejo de
concepciones, normas, ideas y representaciones de un determinado grupo social;
como conciencia de clase; como reflejo del ser social, permanente acción
recíproca construida históricamente por la sociedad; por las normas sociales
que se convierten en convicciones personales, fuentes de prescripciones
morales, sentimientos estéticos que adquieren el carácter de valores sociales
cuando pasan a adquirir importancia general.
En el pensamiento prevalecen
determinados principios y ellos son los que requieren los medios de lucha
necesarios para que esos principios puedan o conservarse, o defenderse, o
imponerse.
Encontramos a los que pretenden
“conservar” el estado existente, los que, aún siendo afectados, contribuyen a
defenderlo y los que ven la necesidad de transformar la realidad imponiendo
nuevos y más humanos principios.
Ello, en una sociedad compuesta
con clases antagónicas, se manifiesta a través de la lucha de clases. Lucha de
clases que es el motor transformador de la sociedad y la lleva hacia un camino
donde en algún momento dejará de serlo ya que desaparecerá el antagonismo.
Cada clase social posee su propio
código de ideas o ideales, de metas u objetivos, de principios y valores que de
ellos derivan, de convicciones, etc. Pero todos ellos se encuentran en estrecha
relación con sus intereses económicos. Lenin, al igual que Engels, ironizaba
expresando que (en las sociedades con clases antagónicas) si los principios
exactos de las matemáticas chocaran con los intereses económicos, prevalecerían
estos últimos.
Y ello es así porque poseen un
factor común: tanto esclavistas, como feudales, como burgueses, como
imperialistas, integran las clases explotadoras de los distintos tiempos
históricos, los une el afán crecientemente insaciable de obtener riquezas a
cualquier costa y ello lo logran merced a ese factor común: propiedad privada
sobre los medios de producción, propiedad privada sobre el conocimiento social
y explotación del hombre por el hombre en sus diferentes versiones (esclavo
puro, esclavo siervo, esclavo asalariado).
Lo que cambia en esas formaciones
son los grados de explotación y crueldad, que se manifiestan es ascenso a
medida de que se pasa de una formación menos eficiente a otra más eficiente en
apropiarse de la riqueza producida exclusivamente por los trabajadores.
En el imperialismo la crueldad
llega a su máxima expresión. Sólo para re-repartirse áreas de influencias,
“mercados”, producen dos guerras mundiales devastadoras, arrojan sobre
poblaciones civiles bombas atómicas y generan cientos de conflictos armados en
todo el planeta. El imperialismo supera todo nivel de hipocresía histórica,
depreda, explota, asesina, tortura, persigue, excluye, empobrece, margina,
destruye naturaleza y culturas, destruye el propio planeta y todo ello lo hace
en nombre de la libertad y de la democracia. Que amplias masas le crean es un
problema de la conciencia, del papel activo de la conciencia cuando esta es
formada y orientada para consolidar el sistema más oprobioso que ha conocido la
humanidad en toda su historia.
La conciencia de clases es
fundamental en la lucha de clases. Lenin señaló que, a pesar de las ideas del
capitalismo, el proletariado tiende a crear su propia cultura socialista,
necesaria para la lucha por la emancipación; pero para ello debe superar la
estrechez mental y los dogmas inculcados en él por su enemigo clasista.
Fidel ha insistido en la
necesidad de unir voluntades en la creación de una nueva conciencia universal,
que surge de la suma de prédicas de muchos pensadores filosóficos, políticos,
de muchas escuelas e incluso de muchas religiones, a tal efecto escribe:
“…hay que unir el sentido ético y
humano de muchas ideas, que parten algunas desde lejanos tiempos en la historia
del hombre: las ideas de Cristo, con las ideas socialistas, científicamente
fundadas, tan justas y tan profundamente humanas, de Carlos Marx, las ideas de
Engels, las ideas de Lenin, las ideas de Martí, las de los enciclopedistas
europeos que precedieron a la Revolución Francesa y las de los próceres de la
Independencia de este hemisferio, cuto más destacado símbolo fue Simón
Bolívar…”
El Manifiesto del Partido
Comunista es “un detallado programa teórico práctico, destinado a la
publicidad, que siguiera de programa del partido” La “Liga Comunista ”, organización
obrera internacional, en el congreso celebrado en el mes de noviembre de 1947,
resuelve la publicación de un programa detallado y los encargados de redactarlos
son Marx y Engels.
Pasaron más de 150 años y
observaremos que los principios generales desarrollados en el manifiesto
continúan siendo válidos. Pero es el propio Manifiesto es que advierte que esos
principio generales, en su aplicación práctica, dependen de las circunstancias
históricas existentes. Es de tener en cuenta de que las circunstancias no
anulan ni invalidan los principios; las circunstancias actúan sobre las formas
de lucha, no sobre los principios.
RESEÑA SOBRE EL MANIFIESTO DEL PARTIDO
COMUNISTA - FEBRERO DE 1848 - CARLOS MARX Y FEDERICO
ENGELS.
SU VIGENCIA.
El comunismo es reconocido como
una fuerza por todas las potencias europeas.
Toda la historia escrita de la
sociedad humana hasta nuestros días es una historia de lucha de clases.
La nueva sociedad burguesa que se
alza sobre las ruinas de la sociedad feudal no ha abolido los antagonismos de
clase.
Lo que surgen son nuevas clases,
nuevas condiciones de opresión y nuevas formas de lucha.
La gran industria creó el mercado
mundial el que imprimió un gigantesco impulso al comercio, a la navegación y a
las comunicaciones terrestres.
La burguesía ha desempeñado, en
el transcurso de la historia, un papel verdaderamente revolucionario.
La burguesía no puede existir si
no es revolucionando insistentemente los instrumentos de producción.
La necesidad de encontrar
mercados espolea a la burguesía de una punta a otra del planeta.
La baratura de las mercancías es
su artillería pesada con la que derrumba todas las murallas.
La burguesía somete al campo al
imperio de la ciudad.
Va aglutinando, cada vez más, los
medios de producción, la propiedad y los habitantes del país.
En sólo poco más de 200 años ha
creado energías productivas colosales mayores a los miles de años acumulados de
la humanidad.
El régimen feudal (las relaciones
de producción feudal) no correspondían ya al estado progresivo de las fuerzas
productivas. Frenaban la producción.
Hoy es el régimen burgués (las
relaciones de producción burguesas) las que frenan a las fuerzas productivas
capaces de continuar avanzando.
Son dos las maneras en que la
burguesía se sobrepone de la crisis: a) destruyendo las fuerzas productivas y
b) conquistando nuevos mercados.
La clase moderna, los obreros,
los trabajadores, sólo pueden vivir encontrando trabajo y siempre que ese
trabajo alimente e incremente el capital.
Con la división del trabajo y la
implementación de la revolución científica técnica, el trabajador se convierte
en un simple resorte de la máquina.
De allí que “los gastos” que
supone un obrero se reducen al mínimo que necesita para vivir. Los obreros son
soldados rasos de la industria.
Los pequeños industriales,
comerciantes, artesanos, rentistas y labriegos son arrollados por la
competencia de los capitalistas más fuertes.
Al inicio, la concentración de
masa de obreros son fruto de la unión de la burguesía, no de su propia
iniciativa. Los obreros no combaten contra los explotadores sino contra las
máquinas que “les quitan el trabajo”.
Pero cuando la unión parte de su
propia iniciativa, la fuerza del proletariado crece y con ello crece la
conciencia y luchan, primero por el salario y luego políticamente.
De todas las clases que enfrentan
al enemigo fundamental la única verdaderamente revolucionaria es el
proletariado (la clase trabajadora). Las demás son conservadoras y encierran en
sí modalidades reaccionarias.
En la historia, todos los
movimientos sociales fueron desatados por una minoría en defensa de sus
intereses. El único caso inverso es el del proletariado.
Por su forma (no por su contenido)
las luchas son nacionales. Ajustar las cuentas con su propia burguesía.
La burguesía es incapaz de
gobernar la sociedad, porque es incapaz de garantizar a sus esclavos la
existencia ni aún dentro de su esclavitud. La vida de la burguesía se ha hecho
incompatible con la sociedad.
la muerte de la burguesía y el
triunfo del proletariado son igualmente inevitables.
Los comunistas son la parte más
decidida de todos los partidos obreros del mundo. Tienen como objetivo formar
conciencia revolucionaria y derrocar al régimen de la burguesía llevando al
proletariado a la conquista del poder
El capital no es un patrimonio
personal sino una potencia social. Los comunistas aspiramos a transformar el
carácter del capital, en despojarlo de su carácter de clase, en convertir la
propiedad privada en propiedad colectiva.
En el capitalismo, el trabajo
vivo no es más que un medio para incrementar el trabajo acumulado (el capital).
El comunismo no priva a nadie del
poder de apropiarse productos sociales; lo único que no admite es el poder de
usurpar por medio de esa apropiación el trabajo ajeno. El proletariado se
valdrá del Poder para ir despojando “paulatinamente” a la burguesía de todo el
capital, de todos los instrumentos de producción, centralizándolos en manos del
Estado proletario quien debe procurar desarrollar con la mayor rapidez las
fuerzas productivas.
Hay movimientos socialistas que
fueron y son incapaces de comprender la marcha de la historia, son
reaccionarios. Entre ellos se encuentra el socialismo feudal, el pequeño
burgués, el “verdadero” socialismo, el burgués y el utópico.
La actitud de los comunistas ante
los otros partidos es de ubicar siempre al enemigo fundamental y esforzarse por
unir a los que de una u otra manera son afectados por éste. En Alemania el
Partido Comunista luchará del lado de la burguesía mientras ésta actúe
revolucionariamente, dando con ella la batalla a la monarquía absoluta, a la
gran propiedad feudal y a la pequeña burguesía.
Cuando definíamos que era una
ciencia escribimos: No se trata de un simple conglomerado de conocimientos
sobre hechos y leyes sino un conjunto de conocimientos que conforman un
sistema, donde hechos y leyes se encuentran vinculados entre sí por
determinados nexos y se condicionan mutuamente. Ese conjunto de conocimientos
que conforman un sistema está integrado por conceptos y categorías. Pasaremos a
definirlas, en primer lugar reproduzco una contenido de una charla que es para
desarrollar luego el cuadro 1 donde se concentran las principales categorías de
la Economía Política
Marxista-Leninista :
CONCEPTOS
Se trata de un tema complejo, de
allí que cada uno deba esforzarse para comprender y el que expone deba
esforzarse en ser muy claro para facilitar esa comprensión y, además, ser
receptivo, escuchar y aprender de las opiniones y aportes vertidos.
Partimos de una premisa: es muy
necesario interiorizarse, investigar y saber transmitir los conocimientos para
encarar con argumentos sólidos la lucha ideológica y para utilizar con
eficiencia las enormes ventajas que nos ofrecen las leyes del desarrollo humano
a través de la historia.
Lenin afirmaba que “para llegar a
ser comunista hay que enriquecer indefectiblemente la memoria con los
conocimientos de todas las riquezas creadas por la humanidad” y hay un aforismo
expresado por el físico Max Laue (Nobel de Física 1914 por su descubrimiento
sobre difracción de los rayos X a través de cristales) que expresa “La
instrucción es lo que queda al hombre cuando olvida todo lo aprendido”
¿Qué es lo que queda y es tan valioso?
Las formas y modos del
pensamiento
Los métodos para abordar el
objeto a ser estudiado
Los procedimientos
En síntesis, lo que queda es LA
INSTRUCCIÓN.
Por ello, antes de entrar de
lleno a las categorías vamos a definir otras palabras que, en realidad, también
son categorías o conceptos.
Recurrimos a uno de las más
útiles herramientas de educación y formación marxista, el MANUAL de FILOSOFÍA
de Víctor Afanasiev y, también, al diccionario de la lengua española no
marxista.
El diccionario le otorga a la palabra CONCEPTO
ocho aceptaciones: 1. “conceptuoso” aplicado a una persona aguda, llena de conceptos; 2. Idea que
concibe o forma el entendimiento; 3. Pensamiento expresado en palabras; 4.
Sentencia, agudeza, dicho ingenioso; 5. Opinión, juicio; 6. Crédito en que se
tiene a algo o alguien; 7. Aspecto, calidad, juicio y 8. Feto (anticuado). Para
el diccionario “formar conceptos es determinar algo en la mente después de
examinadas las circunstancias”.
Afanasiev nos advertía que si
bien el cuadro de los sentidos es “extraordinariamente rico y pintoresco” es a la vez “limitado y muy incompleto”.
Afirmaba que el conocimiento sensitivo nos da sólo “la impresión de algunos
aspectos exteriores de las cosas” Y resumía esa apreciación de esta manera: “la
cognición sensual no puede dar a conocer la naturaleza interna de las cosas, su
esencia, las leyes del desarrollo”
Los fenómenos que no se
manifiestan en nuestros sentidos, su construcción interna, las leyes que lo
producen surgen a la luz a través del conocimiento. Conocimiento que se apoya
en el pensamiento abstracto o lógico.
La cognición lógica es una fase
superior de la evolución del conocimiento. Se constituye en el medio para poder
conocer las propiedades y características principales del objeto y adquiere una
forma fundamental, que es el CONCEPTO.
El CONCEPTO se niega a reflejar
todos los aspectos de un objeto pues se centra únicamente en los esenciales,
haciendo abstracción de los secundarios.
Este ejemplo que da Afanasiev nos
permite aclarar con más precisión lo que estamos describiendo: “Tomemos por
ejemplo el CONCEPTO “Hombre”. En él no se reflejan todos los rasgos de cada
persona por separado. Este concepto no implica datos de nacionalidad, edad,
lugar y tiempo en que vive, etc. En él se fija únicamente lo general y esencial
de cada persona: la actitud para trabajar, para producir bienes materiales,
para pensar”…
Los CONCEPTOS surgen tras una
larga actividad generalizadora del entendimiento, son productos históricos que
concentran enormes números de datos que provienen de la cognición sensual, pues
al iniciar el estudio de los objetos mediante los órganos de los sentidos, el
hombre pudo compararlos y confrontarlos y pudo extraer de ellos lo general
desprendiéndose, de esa manera, de lo secundario, de lo superficial, de lo
casual.
Los CONCEPTOS son flexibles y
dinámicos pues son el reflejo de un mundo en mutación, de un mundo en constante
desarrollo y cambio. De esa manera se pueden perfeccionar CONCEPTOS ya
existentes y formar nuevos, que correspondan a las nuevas condiciones objetivas
que se forman.
De los conceptos más generales
del pensamiento surgen las CATEGORÍAS. Y aquí volvemos a hacer una nueva
distinción. No todos los conceptos se convierten en categorías, sino aquellos
más generales.
Una ciencia no es sólo un sistema
de leyes, es también un sistema determinado de CATEGORÍAS, lo que significa
decir, un sistema que integra los CONCEPTOS MÁS GENERALES que se forman en el
curso de su desarrollo y constituyen su base.
El PENSAMIENTO consiste en operar
con objetos ideales mediante actos mentales, pero esos objetos ideales pueden
participar de operaciones mentales sólo cuando encuentran la forma de
expresarse, y esa forma de expresión, la más común, es la PALABRA.
De esta manera, la realidad del
pensamiento tiene su vía de expresión en el lenguaje que nos posibilita formar
actos mentales y desarrollar la propia capacidad de pensar.
Las palabras son objetos ideales,
el medio para que pongamos en acción el pensamiento que se expresa en el lenguaje.
LAS PALABRAS SON LAS PORTADORAS DE LOS CONCEPTOS que nos permiten analizar e
investigar. El lenguaje nos permite transmitir lo inmaterial, nos posibilita la
comunicación y organización social, nos permite materializar los resultados del
pensamiento, de las acciones prácticas de la humanidad y actuar como un
poderoso factor de transformación social.
El LENGUAJE es un sistema de
señales pero no el único. En el desarrollo histórico se incorporan nuevos
sistemas de señales que van, no sólo en su auxilio, sino que lo complementan:
son los símbolos químicos, técnicos, matemáticos, etc., que permiten EXPRESAR
CONCEPTOS EN FORMA ABREVIADA y además, gran ventaja, suelen ser exactos y
unívocos, lo que les permite desempeñar un papel importante en el desarrollo de
la ciencia y la técnica.
La “flexibilidad” característica
del idioma hablado, donde una palabra puede ser interpretada con contenidos
diferentes (la palabra AMO
puede interpretarse como amor o como dueño) no está integrada en los signos
auxiliares (H2O es siempre agua, pero este signo no sólo designa unívocamente
de que se trata del elemento agua sino, además, define su composición interna).
Las formas del pensamiento pueden
ser simples o complejas y la manifestación de esas formas son estudiadas por una
ciencia especial: La
LÓGICA. Ciencia que investiga, además, los métodos y medios
especiales y complejos en el pensamiento científico más avanzado.
El CONCEPTO es la forma del
pensamiento en el que se reflejan los objetos, las relaciones entre ellos, sus
propiedades y todos los fenómenos del mundo objetivo.
Ese reflejo se produce en forma
generalizada en el concepto. Por ejemplo: cuando decimos “palmera” no nos
estamos refiriendo a un tipo particular de palmera, a una planta concreta, sino
a la palmera en general, al conjunto de RASGOS GENERALES de esa planta, no a
los particulares.
El CONCEPTO carece de evidencia
sensible pues no refleja directamente las imágenes de la realidad externa, la
que sí es percibida por los sentidos. En el CONCEPTO pueden reflejarse objetos,
sus propiedades y sus fenómenos que no son detectados por nuestros sentidos.
En los conceptos se conservan
todos los resultados logrados por la actividad práctica de las personas,
actividad que, en su desarrollo, va generando nuevos conceptos, mejorando,
confirmando y desechando anteriores. LOS CONCEPTOS NO SON NI ESTÁTICO NI
INMUTABLES.
EL CONCEPTO ES EL ELEMENTO BÁSICO
QUE NECESITAMOS PARA PENSAR.
Cuanto más conceptos incorporemos
y cuando más ricos sean sus contenidos, más grande será el pensamiento. Pero el
concepto aislado no nos otorga el pensamiento, se necesita lo que la lógica
denomina JUICIO cuya expresión verbal es la oración que nos permite manifestar
el pensamiento.
Ciertamente los juicios pueden
ser verdaderos o falsos y para intentar determinarlo se requiere la
correspondencia de nuestros pensamientos con la realidad, la correspondencia
con el mundo objetivo.
Afirmación: La Luna es más
pequeña de la Tierra ¿Verdadero o falso? Verdadero pues la realidad objetiva
demuestra que es así. No porque la vemos más pequeña.
Afirmación: el Sol es más pequeño
que la Tierra ¿Verdadero o falso? Falso. Entonces ¿Porqué durante varios siglos
muchísimas personas afirmaban que sí lo era? Evidentemente se lo ve más
pequeño, incluso que la luna.
Y del resto de las estrellas ni hablar. ¿Qué falta? El
conocimiento y muy especialmente el razonamiento, razonamiento que surge de
vincular los juicios entre sí. Lo que equivale a decir: tener criterio.
TODOS LOS HOMBRES SON MORTALES
SÓCRATES ES HOMBRE
LUEGO, SÓCRATES ES MORTAL Ejemplo
clásico de razonamiento enunciado por Aristóteles.
CONCEPTOS, CATEGORÍAS,
CONOCIMIENTOS SON HERRAMIENTAS FUNDAMENTALES QUE DEBEMOS MANEJAR CON EFICIENCIA
PARA LLEVAR ADELANTE CON ÉXITO LA LUCHA IDEOLÓGICA
DESTINADA A LA TRANSFORMACIÓN
REVOLUCIONARIA DEL MUNDO, DESTINADA A LA COSNTRUCCIÓN DEL
SOCIALISMO EN VÍAS A LA FORMACIÓN DE UNA
SOCIEDAD COMUNISTA.
Carlos Marx, al analizar las
leyes de la sociedad capitalista arriba a la conclusión de que el propio
desarrollo de esta sociedad CONDUCIRÁ INEVITABLEMENTE a su fin y a su reemplazo
por la sociedad socialista.
Podemos afirmar con plena
seguridad de que el socialismo es la etapa siguiente que reemplazará a este
sistema perverso, último eslabón de una cadena basada en la propiedad privada
de los medios de producción y de la explotación del hombre por el hombre.
Podemos afirmarlo sin ningún temor de que se nos considere deterministas pues
eso va a ocurrir.
Lo que no podemos afirmar es
cuándo ¿Porqué? Porque ello depende de nosotros, de nuestra capacidad de aunar
la potencia de las grandes masas de explotados y marginados, de ayudar a elevar
la conciencia social, de lograr la organización de esas grandes masas, de
lograr la ampliación de la lucha de clases contra el enemigo fundamental y de
poseer la enorme valentía necesaria para enfrentar al agonizante pero no
fallecido monstruo que nos enfrenta e intenta impedir con todos sus criminales
medios que logremos nuestro objetivo. Porque la historia la hacen los hombres y
mujeres.
ANTES DE ANALIZAR JUNTOS El
CUADRO 1, QUE INDICA CON CATEGORÍAS CÓMO SE COMPONE UNA FORMACIÓN
ECONÓMICA-SOCIAL VEREMOS QUÉ ES CATEGORÍA.
CATEGORÍAS
Hemos definido “concepto”, ahora
definiremos categoría.
De los conceptos más generales
del pensamiento surgen las categorías.
Escrito de esta manera parece que
estamos expresando o afirmando que categoría es igual a concepto pero, en
realidad, esta afirmación no es válida para todos los conceptos sino,
exclusivamente, para aquellos más generales; conceptos que se incorporan a las
ciencias.
Una ciencia (cualquier ciencia)
no es sólo un sistema de leyes, sino también un sistema de determinadas
categorías, es decir, un sistema que integra los conceptos más generales que se
forman en el curso del su desarrollo y constituyen su base.
Un ejemplo: en la mecánica
adquieren nivel de categoría los conceptos de masa, energía, fuerza, etc. Otro
ejemplo: En la
Economía Política adquieren el nivel de categoría los
conceptos mercancía, valor, dinero, etc. Y en filosofía adquieren el nivel de
categoría los conceptos que reflejan rasgos y nexos, aspectos y propiedades de
la realidad como ser: materia y conciencia, movimiento, espacio y tiempo, contenido
y forma, causa y efecto, necesidad y casualidad posibilidad y realidad,
cantidad y calidad, etc.
Las leyes y categorías de la
dialéctica están estrechamente vinculadas entre sí. Si tomamos, por ejemplo, la
ley de tránsito de los cambios cuantitativos a cualitativos veremos que
contienen las categorías de cantidad y calidad. Nos sería imposible comprender
esa ley sin antes conocer esas categorías, es decir, esos conceptos más
generales del pensamiento. Puede ocurrir a la inversa, como por ejemplo: la ley
de unidad y lucha de contrarios permite profundizar sobre el verdadero sentido
de las categorías contrapuestas como contenido y forma, necesidad y casualidad,
posibilidad y realidad…
Las categorías, esos conceptos
más generales del pensamiento son el resultado de la actividad práctica y
cognoscitiva del hombre. Constituyen fases de su conocimiento sobre el mundo
circundante. Es muy interesante la síntesis que Lenin realiza sobre este tema:
“El hombre intuitivo, el salvaje,
se confunde con la
naturaleza. El hombre corriente se desprende de ella; las
categorías son fases de ese desprenderse, del conocimiento del mundo.”
Para completar esta definición en
la que afirmamos que los conceptos más generales dan origen a las categorías,
desarrollaremos brevemente una explicación sobre dos categorías: contenido y
forma.
Definimos al CONTENIDO como el
conjunto de elementos y procesos que constituyen un objeto o un fenómeno.
Definimos como FORMA a la
estructura y organización del CONTENIDO. Que no es externo a éste. Que es
intrínsecamente inherente a él.
El Materialismo Dialéctico es la
Unidad de contenido y forma, categorías que son inseparables pero no iguales.
No existe contenido en general,
existe siempre con una forma determinada. No existe forma sin contenido. La
forma siempre tiene un contenido. Un contenido cuya estructura y organización
representa. Pero no son lo mismo.
El contenido es dinámico, se
distingue de la forma por su enorme actividad. Se desarrolla, se mueve
constantemente y cambia. Cuando el contenido cambia, cambia también la forma. Podemos
entonces afirmar que el contenido determina la forma. También
debemos señalar que un mismo contenido puede desarrollarse con diferentes
formas. Pero… la forma no permanece pasiva. Influye activamente sobre el contenido
ya sea favoreciendo su desarrollo, ya sea frenándolo. Es por ello que la forma
adquiere enorme importancia en la consolidación de los cambios.
No obstante se señala la
existencia de un orden: para que la forma cambie debe cambiar el contenido. Pues
el contenido es muy dinámico y la forma es lenta y por períodos parece estable.
Esa lentitud en la forma hace que
la misma se retrase en relación al contenido y, por tanto, entre en directa
contradicción con el mismo. Esa contradicción sólo se resuelve cambiando la
vieja forma por una nueva que le permita al contenido continuar su desarrollo.
Señalemos varios ejemplos:
El contenido de un átomo son sus
partículas elementales. Su forma la constituye la organización de esas
partículas, el orden en que se desplazan dentro del átomo. En un organismo vivo
el contenido está constituido por los procesos del metabolismo, por los
órganos, por los tejidos, por las células donde operan esos procesos. La forma
es el orden en que se producen esos procesos vitales en el organismo. Es la
estructura de los órganos y tejidos.
En la vida social el contenido lo
constituyen las fuerzas productivas (los materiales y materias primas, las
herramientas, máquinas e instalaciones, el conocimiento científico y el trabajo
vivo del hombre). La forma se manifiesta a través de las relaciones de
producción existente.
Cuando afirmamos que es el
contenido el que determina la forma podemos mencionar que es el modo de
producción vigente en una estructura económica de una sociedad dada (el contenido)
el que determina la superestructura política-social-jurídica de la misma (la
forma).
Finalizamos con este ejemplo. Hoy
la producción posee un componente inmensamente social mientras que la
apropiación de esa misma producción se acumula cada vez más en un puñado de
familias o monopolios.
Las Fuerzas Productivas (el
contenido), generadoras de toda la riqueza existente, poseen el poder de
satisfacer las necesidades globales, es decir, las necesidades de todos los
habitantes del planeta.
Las Relaciones de Producción (la
forma), generadoras de la superestructura político-social-jurídica, poseen el
objetivo de clase predominante a la que pertenecen, en este caso y época, lo
predomínate es el monopolio cuyo único objetivo ha sido es y será el de obtener
la mayor plusvalía posible. Por eso el “sistema” debe producir exclusivamente
para quien tenga dinero, pueda comprar, pueda pagar y pueda transferir ese
dinero al monopolio. Ello significa que, si bien las Fuerzas Productivas (el
contenido) están preparadas para avanzar, las relaciones de producción vigentes
(la forma) están retrasadas y sólo van a producir para la demanda solvente.
Esta crítica situación sólo puede resolverse cambiando la forma por otra que
responda a las exigencias de las fuerzas productivas, Es decir, cambiando las
actuales relaciones de producción capitalista por otras de nuevo tipo, con alto
contenido social, cambiándolas por el socialismo.
A partir de esta introducción
comienza el curso. Algunos conceptos lo van a encontrar repetidos. Es
necesario, pues hasta ahora nosotros nos hemos formado en los conceptos
desarrollados por la burguesía y hemos asimilado como propios algunos de ellos
(neoliberalismo por imperialismo por ejemplo).
En GOOGLE, ingresando con la
palabra “cieys” van a encontrar una serie de artículos con el título NOSOTROS O
ELLOS, desde el número 34 en adelante se hace un recorrido más detallado sobre
cada una de las categorías que necesitamos saber para llevar adelante la lucha
cultural contra el imperialismo y sus mercenarios.
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